Hace 9 años, Francisco Macedo asistió a casa de un amigo en un residencial en la ciudad de Monterrey, ubicada al norte de México. La noche transcurrió tranquila hasta que decidieron pedir unos tacos para cenar, los cuales nunca llegaron. Al marcar al local y preguntar la razón por la cual los habían dejado sin la cena, el encargado les dijo que sí habían ido, pero que el guardia de seguridad nunca los dejó pasar. Meses después de esta experiencia, Francisco volvió encontrarse con un contratiempo al querer ingresar a otro residencial pues su anfitrión nunca dio aviso de su ingreso y al momento de llegar los guardias de seguridad no lograron encontrarlo.
Después de esa experiencia, Francisco platicó con Humberto de León, con quien venía pensando tiempo atrás sobre la posibilidad de crear una plataforma que ayudara a la sociedad, acerca de esta área de oportunidad existente alrededor de los complejos residenciales. Así fue como nació Kolonus.
Ambos se dedicaron a analizar esta falta de comunicación entre el residente y el guardia de seguridad, pero descubrieron que esto era tan solo la punta del iceberg; en un micro-gobierno, como lo describe Macedo, en donde interactúan tres eslabones principales que son los residentes, la gerencia y la seguridad, existen varios problemas administrativos, operativos y de participación que generan un deterioro de las relaciones y por ende de la plusvalía de las propiedades.
Lo más importante para Francisco y Humberto fue la claridad y transparencia para todos los actores involucrados:
«Oye si yo pago y me tengo que esperar a que tú, administrador, me pases un reporte bimestral o mensual para saber hasta mis cuotas hoy, pues es que no me das confianza. Es más. Yo ni conozco a la mesa directiva y no sé si están gastando el dinero en el mantenimiento, mejor no pago – y es ahí donde viene la caída de la plusvalía de los residenciales porque se dejan de pintar parques, se deja de dar mantenimiento a las casetas principales, al sistema de video vigilancia; vamos, es como una bola de nieve que se va acumulando.»
Francisco Macedo de Kolonus
Desarrollar una plataforma adecuada para cada eslabón
Al momento de ponerse a trabajar, los emprendedores se dieron cuenta que ya habían desarrollado el software administrativo, de gestión y toma de decisiones, así como el de reserva de espacios en áreas comunes. Faltaba una pieza importante: el del guardia. A través de una interfaz muy intuitiva facilitaron el registro de visitantes, el llenado de la bitácora y el reporte de incidentes.
Francisco nos cuenta al equipo de Techla que Kolonus fue la primera proptech en Latinoamérica en desarrollar una plataforma que incluyera aplicaciones para administradores, residentes y prestadores de servicios.
Al comenzar a trabajar e implementar su plataforma, Kolonus se dio cuenta de que existía un cuarto eslabón: el visitante.
«Empezó a fluir la información entre ellos tres y después nos dimos cuenta que había un cuarto eslabón; y que es el que nos ha traído el 85% de nuestras ventas: El visitante. Una vez que le mandas un código QR llega, lo presenta y en cuestión de segundos lo lee y lo deja pasar el guardia con evidencia de su entrada y además le manda la notificación al residente.»
El equipo de Kolonus se consolida
Francisco Macedo cuenta con amplia experiencia en el sector tecnológico donde construyó fábricas de software, ingeniería de servicio y business intelligence. Humberto de León por otra parte cuenta con experiencia en sector financiero, habiendo trabajado con empresas como CEMEX y Oxxo. El tercer integrante de Kolonus se unió al equipo Ángel Ortiz quien contaba con una consultoría de software y que al verse convencido por el enorme potencial de Kolonus, decidió dedicarse al 100% en el proyecto.
Expansión
Actualmente Kolonus opera en 19 estados de la República Mexicana, en Honduras, Colombia, República Dominicana y están comenzando a operar en Ecuador. También están comenzando a hacer scouting en Miami, donde creen poder implementar el mismo modelo.
«Al ser un modelo escalable y extrapolable, no nos hemos tenido que mover. La capacitación, implementación y entrenamiento puede realizarse de forma remota. Tenemos un canal de YouTube en español e inglés en donde contamos con mucho material y contenido para la auto capacitación.»
En su plan de crecimiento, Kolonus ya pasó por rondas de inversión Friends & Family, Pre-Semilla y actualmente están en una ronda Semilla por 3.5 millones de dólares la cual planean cerrar en junio de este año.
El capital lo utilizarán para fortalecer la presencia en México y expandirse por Latinoamérica.
El diferenciador y la competencia
Ante el surgimiento de plataformas similares como Neivor o Comunidad Feliz, Macedo se muestra confiado en el posicionamiento de su plataforma, pues asegura que su diferenciador es centrarse en la experiencia de usuario para el residente y el visitante.
«Nos dimos cuenta nosotros que nos costó como tres años de entenderlo, que quien toma la decisión no es el administrador, ni es el de mesa directiva, sino que es el residente. Quien te dice si se queda o no se queda una plataforma es el residente, porque le puedes vender la idea al administrador one time. Se lo vendes, pero en la renovación, el residente va a decir, pues sí, muy bien, pero tienes una plataforma para ti, pero yo como residente y mi visitante seguimos teniendo una experiencia muy mala.»
Los números pueden sustentar el éxito de Kolonus, ya que en los últimos cuatro años han tenido una retención del 98.3% de clientes y del 1.7% que se va, la gran mayoría regresa después de probar alguna otra opción.
Kolonus además va por el groso del mercado, pues Francisco asegura que mientras las nuevas opciones ofrecen servicios principalmente para torres residenciales, la plataforma regiomontana también apuesta por el fraccionamiento horizontal, el modelo preponderante en México.
Además, apuestan por ofrecer un servicio económico que democratice su propuesta y están desarrollando integraciones con hardware como tags biométricos, cámaras y conmutadores.
Caso de éxito
Francisco nos relata que cuando Kolonus entró a un fraccionamiento que contaba con una tasa de morosidad del 85% tan solo en dos meses empezaron a elevar la recaudación hasta bajar la tasa al 10%.
«Imagínate todo el dinero que se estaba perdiendo y que no estaba entrando a la comunidad afectando a la plusvalía de toda la comunidad. Bueno, como ese tenemos un montón.»
