Cómo la innovación social está impactando en la vida de las mujeres mexicanas
México es un país donde predomina la fuerza femenina. Según cifras del INEGI, históricamente la población mexicana ha estado compuesta por más mujeres que hombres: desde 1995 la población de mujeres ha superado el 50% en el país.
La representación de las mujeres no sólo sobresale a nivel población sino en educación y participación económica. De acuerdo con la UNESCO, en el nivel medio superior hay una mayor representación de mujeres comparada con hombres, mientras que Centro de Investigación de Políticas Públicas IMCO explica que la participación de mujeres en la economía llegó a 44% en el último año, la cifra más alta desde que inició la pandemia.
Y aunque México todavía necesita estudios, datos y acciones con perspectiva de género que contemplen las causas y efectos de la participación económica y las condiciones laborales diferenciadas, las mujeres ya se abren paso con determinación en diferentes sectores. Por ejemplo, uno de los últimos informes del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) destaca el potencial de las empresas fundadas o lideradas por mujeres, especialmente las empresas emergentes y las enfocadas en innovación e impacto social.
En ese sentido, makesense, la agencia de innovación social que diseña proyectos de impacto social y ambiental impulsando la colaboración entre ciudadanos, emprendedores y organizaciones, explica que “en México hay un desafío sistémico cuyo origen deriva de la desigualdad de oportunidades para las mujeres, que a su vez surge de la ausencia de oportunidades en la educación, lo cual conlleva a la falta de acceso a estudios profesionales, necesarios para poder acceder a círculos de emprendimiento en una visión formal”.
Para los expertos, eliminar esas brechas es una de las metas más importantes, pues las empresas emergentes y los esfuerzos de innovación social fundados o dirigidos por mujeres no sólo ayudan a fortalecer los ecosistemas empresariales que apoyan a las mujeres, sino que también son buenos para el desarrollo económico y social.
Investigaciones del GEM y del Aspen Network of Development Entrepreneurs revelan que cuando las mujeres dirigen sus propios negocios, emplean a más mujeres; y que las economías que tienen un alto índice de mujeres emprendedoras son más resilientes a crisis financieras y experimentan desaceleración económica menos frecuentemente.
Estos estudios también muestran que los proyectos de mujeres es una necesidad, pues se requiere crear productos y servicios que empaten con las necesidades de las mujeres, adolescentes y niñas. El 85% de los diseñadores e ingenieros de producto son hombres, y frecuentemente no toman en cuenta las necesidades de las mujeres.
En la opinión de makesense, en nuestro país “existe una brecha muy importante en términos de las profesiones que están más ocupadas por mujeres, y que cuando se orienta a una profesionalización de la visión tecnológica o de las grandes tendencias que tienen los emprendimientos, involucra también una falta de mujeres en el ecosistema, pues no necesariamente tienen las oportunidades de emprender, incluso por un tema de prejuicio de los roles de género”.
Sin embargo, la agencia de innovación social reconoce que, desde su experiencia, también existen proyectos sociales que están impactando de manera significativa el bienestar de las mujeres mexicanas y generando impacto en la igualdad de género.
Uno de ellos es el proyecto ciudadano (Re)Activación: empleo y emprendimiento, un programa que busca mejorar el futuro laboral de mujeres en búsqueda de oportunidades. Se trata de un curso gratuito de 3 meses en el que aprenden a reactivarse económicamente, desarrollar habilidades, conseguir empleo, crear su propio emprendimiento y conectar con una comunidad de apoyo.
Otro proyecto es re_acción: acciones concretas para solucionar programas urgentes, que se trata de un voluntariado virtual de makesense de dos semanas de duración, mediante el cual invitan a las personas a realizar acciones concretas para solucionar un problema socio-ambiental. En marzo las acciones están enfocadas en generar conciencia por la igualdad de género, y cualquier persona se puede inscribir para participar.
En cuanto a proyectos para emprendedores, destaca Soluciones 2030 y Programa de impulso. El primero desarrolla soluciones innovadoras a problemáticas locales de desarrollo sostenible, siempre partiendo de la equidad de género y de disminuir las brechas existentes. El segundo es un programa liderado por un equipo 100% femenino, que contribuye a fortalecer la visión de metodología de análisis basada en género y dota una visión transversal de género.
En una escala organizacional, enfatiza en la campaña mensual Box de innovación, donde se comparten metodologías de innovación a organizaciones del sector social, público o privado para fortalecerse con herramientas colaborativas. En marzo, la herramienta será “Cómo generar más igualdad de género en tu organización”, donde se explicará la ruta que se debe seguir para generar una organización más inclusiva.
Las iniciativas de makesense son un buen ejemplo de innovación social con impacto en la vida de la mujer mexicana: el 87% de su fuerza laboral son mujeres, fomenta la cultura de inclusión de género, y es una agencia de innovación socioambiental que involucra el ODS 5 – Igualdad de género en sus proyectos y cultura organizacional.
Seguir generando iniciativas que impacten positivamente la vida de las mujeres es esencial para continuar por el camino de la igualdad de género. Kenza Zouaoui, Directora de Operaciones de makesense para las Américas, asegura que existen tres enfoques desde los cuales se pueden abrir oportunidades: ciudadanía, emprendimientos y organizaciones. “Para la ciudadanía hay más conciencia de género y voluntad para lograr el ODS 5; en cuanto a los emprendimientos, en los diez últimos años hemos visto crecer el número de emprendedoras lideresas; y desde las organizaciones, vemos cada vez más mujeres en puestos de liderazgo y como agentes de cambio dentro de pymes y en corporativos internacionales”, explica.
Sin duda, las mujeres son uno de los grandes motores del cambio en el país. Entenderlo desde una visión más formal y desde la innovación social es importante, pero también lo es reconocer que existe un lado retador, ese donde las mujeres sin herramientas más que su fuerza de trabajo, se están abriendo paso y además fortalecen de manera importante el sistema económico del país.
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