Wallib, la startup que aspira a ser el neobanco de Bitcoin y dólares digitales
Wallib, la plataforma que permite a la gente común comprar y vender bitcoin y dólares digitales sin conocimientos técnicos, se encuentra a punto de cumplir su primer año de vida y piensa festejar el acontecimiento con el relanzamiento de su app, que en aproximadamente dos semanas tendrá lista todas las funcionalidades de su nueva y fundamentalmente ampliada propuesta de valor.
En casi 12 meses de operaciones, acotadas al simple expediente de ser un puente para cambiar efectivo por Bitcoins a través de pines prepagos, Wallib logró escalar hasta la obtención de 1500 usuarios activos y un total de 300.000 dólares en volumen transaccionado.
Ahora, la startup va por un giro copernicano en su core y permitirá, no solo la compra de la criptomoneda más popular, sino también su venta, depósito, retiro y, tras incorporar infraestructura de billetera, en ella se podrá almacenar, enviar y recibir pagos sin la necesidad de terceros.
“En este año crecimos mucho, pero nos dimos cuenta de que a nuestro producto le faltaban algunos componentes más para poder encajar en las necesidades de nuestros usuarios”, introduce Cristian Peñaranda, cofundador y CEO de Wallib.
Según Peñaranda, la nueva etapa que se abre para Wallib tiene por motivación la misma misión con la que se inició el proyecto, que es lograr que cualquier persona pueda entrar a comprar y vender Bitcoin con tres o cuatro clics, sin necesidad de hacer trading ni saber de cripto, incluso utilizando tanto métodos bancarizados como en efectivo en tanto forma de pago.
Con sus co founders, Jesús Rodríguez, CTO y Peñaranda y equipo conciben la transformación inminente de Wallib como resultado, además, de aplicar un método de trabajo que se plantearon desde el comienzo, consistente en concentrar mucha energía en la comprensión y conocimiento del usuario para adaptarse rápidamente a sus demandas.
“Precisamente en esta nueva fase decidimos incorporar a nuestra oferta la posibilidad de que, además de Bitcoins, se puedan adquirir dólares digitales, porque estamos observando el impacto que toda esta crisis que se está viviendo en las economías emergentes, con las devaluaciones de las monedas locales, está teniendo en las personas que crecientemente ven en la divisa norteamericana una alternativa para ahorrar, para resguardar su valor”, suma Rodríguez.
Todas estas operaciones “van a poder hacerse con comisiones irrisorias, vamos a cobrar menos de u$s 1 para pagar, por ejemplo, una factura de u$s 100.000”, precisa.
Las innovaciones que presentará Wallib en semanas no se agotan en lo expuesto y, con la misma misión de ser los “Robin Hood de Bitcoin”, la plataforma incorporará soluciones para que la gente pague en sus tiendas favoritas y a cambio de esa compra reciba el famoso cashback en Bitcoins como recompensa.
“Esto es innovación pura, no hay algo así hoy en Latinoamérica”, afirma Peñaranda, quien además puntualiza que, lo que se busca con estas iniciativas, es que “las personas del común, que aún ven como un riesgo empezar a comprar Bitcoin, simplemente lo hagan con los medios habituales con los que siempre compran y venden cosas”.
Wallib ya tiene cerradas alianzas con al menos 12 tiendas virtuales y e-commerce entre los más grandes de Colombia, como Falabella, Homecenter, entre otros para incorporarlos a la app.
La “cereza del pastel”, en tanto, deberá esperar al menos un trimestre, mientras se terminan de cerrar los últimos detalles de la alianza con un importante banco para emitir una tarjeta Visa.
El plástico permitirá que el usuario pueda gastar su saldo en moneda local con en Bitcoin en cualquier establecimiento comercial, en este caso con el objetivo de incentivar el uso de Bitcoin no solamente como medio financiero sino también como medio de pago en el mundo real.
Wallib nació como consecuencia de la búsqueda de sus fundadores de encontrar solución a lo que descubrieron era la ausencia de una manera rápida y fácil para las personas de poder invertir y acceder a Bitcoin.
Esta visión compartida se fue gestando desde las épocas en las que Peñaranda, cuando aún estudiaba en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, empezó a experimentar e investigar sobre Bitcoin y fracasó en su primera tentativa de usar esa tecnología, en este caso para viabilizar un proyecto de exportación de polvo de cacao a partir de plantaciones que eran propiedad de un estudiante de su facultad.
“Debimos desechar la idea, pero la experiencia nos sirvió para advertir la inexistencia de soluciones para operar con Bitcoin que fueran más allá de los iniciados, sean traders, expertos o early adopters, es decir que descubrimos que la oferta de herramientas para adoptar esta tecnología estaban enfocadas al 1% del mercado disponible”, recuerda Peñaranda.
La primera iniciativa como conclusión práctica de esa experiencia, en 2018, fue el lanzamiento de Bitco, la primera red de cajeros automáticos para Bitcoin de Latinoamérica, una empresa que, a dos meses de su fundación, fue adquirida por la compañía norteamericana Athena Bitcoin.
Athena quiso que el management de la compañía siguiera en manos de los fundadores de la red, quienes desde distintos puestos lograron en un año instalar 23 cajeros automáticos de Bitcoin que lograron transaccionar un volumen de 2 millones de dólares. Sin embargo, el “bicho emprendedor” volvió a “picar”. Peñaranda y Rodríguez decidieron salirse de Athena para avanzar con lo que hoy es Wallib.
Wallib, que fue puesta en pie con apenas 1.000 dólares de inversión inicial, concretó hace seis meses su primer levantamiento de capital, con una serie pre semilla de 50.000 dólares, fondeo que financió todo el reperfilamiento y ampliación de la compañía que se conocerá en julio
En estos momentos, la startup se encuentra en el medio del proceso para un nuevo levantamiento de capital, esta vez de 1,5 millones de dólares, con el que aspiran a escalar el producto, preparándolo para poder procesar miles de transacciones por minuto dentro de la app.
El fondeo servirá, además, para potenciar las áreas de marketing y atención al usuario, y para contratar nuevo talento en desarrolladores, todo con la perspectiva de llegar a 150.000 usuarios activos a fines de 2023 y 10.000.000 de dólares en volumen total de transacciones.
Hoy Wallib está compuesta por un equipo de 7 personas, que para fines de 2022 se elevará a 25.
El problema que busca enfrentar Wallib se traduce en números muy concretos. Mientras que Colombia es, según una encuesta de CoinsPaid, el segundo país latinoamericano con mayor volumen de bitcoin, más del 80% de las compras se hacen por banco, sea a través de transferencia bancaria (principalmente) y tarjeta de crédito, lo que deja afuera del mercado a la enorme legión de personas no bancarizadas que existe en nuestros países.
Además, “la intermediación bancaria es un procedimiento lento e inseguro, ya que las transferencias bancarias nacionales o internacionales tardan entre uno y tres días en completarse y los pagos por tarjeta de crédito tienen un alto riesgo para el comercio, debido a que son fácilmente reversibles, mientras que las criptomonedas mandadas, no”, explica Rodríguez.
En estos momentos, el mercado cripto está siendo sacudido por una situación de bear market a la que no son ajenos los fundadores de Wallib. “Es una situación que estamos viviendo compleja a nivel global, en lo político y en lo económico, que no solamente afecta a Bitcoin sino a los mercados financieros tradicionales. Pero Wallib nació sobre la base de una visión que parte del conocimiento de los fundamentos de Bitcoin, donde la escasez y el respaldo qué significa el gasto eléctrico para minar la cripto, harán que a largo plazo vuelva va a subir tras las correcciones y bajas en sus precios que son completamente naturales”, sostiene Peñaranda.
El CEO de Wallib considera que, antes que asustarse, “estamos frente a una oportunidad de adquirir más Bitcoins por menos dinero fiat, porque va a volver a subir a sus picos, ya que es una moneda intrínsecamente deflacionaria ya que se rige por la escasez y por la imposibilidad de emitirla indiscriminadamente”.
“Bitcoin lo que busca es que las personas puedan resguardar su valor a través de la dimensión del tiempo y protegerse de fenómenos como los que estamos viendo de inflación e hiperinflación en algunas economías, como la de Argentina y Venezuela, porque Bitcoin es una moneda deflacionaria que a través del tiempo aumenta su capacidad adquisitiva”, agrega.
“Nosotros estamos muy tranquilos y convencidos sobre los principios de Bitcoin y queremos ser el banco latinoamericano por excelencia”, concluye.