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No fue Otis, fue nuestra visión y egocentrismo. Una mirada desde la “Artesanía Evolutiva”

Las playas en su infinita sabiduría tienen una dinámica formada por las mareas, las olas y la capacidad de movimiento de la arena. Una sabiduría que no supimos respetar y con la cual coexistir.

Y tiempo atrás las playas dejaron de ser sitios incómodos para dar paso a hoteles de lujo con clima artificial y a la cantidad de agua que fuera necesaria para pasarla bien con albercas, campos de golf y tinas y la construcción de los hoteles que buscan un continuo entre la alberca y la playa, y por ello intentan estar lo más cerca posible de donde rompen la olas, no solo es una barrera para los humanos, también para la arena.

Las arena en realidad es como una esponja que absorve el golpeteo constante de las olas que aumentan en ciertos momentos del día por el cambio de mareas. Esta hermosa danza se ve interrumpida con la construcción de los hoteles, pues recortan la capacidad de movimiento a la arena.

Así, la arena sucumbre ante la fuerza del mar y es secuestrada por las olas, pues las construcciones impiden hacer su baile con las olas del mal, erosionando la playa. La erosión ha desatado formalmente huracanes como Wilma en 2005 y nos ha deja lecciones sin aprender.

Ahora en la recuperación de nuestro querido puerto, podemos ver la unión de tantos seres humanos por un fin en común que nos da un contexto del efecto que hemos causado, siendo todas y todos responsables, con el fin de tomar una conciencia real de la huella que estamos dejando en nuestro planeta.

Pero más allá de la responsabilidad asumida y las acciones de apoyo, ahora se están desatando un sin fin de nuevas problemáticas; como los residuos generados, los estragos en la sociedad, la apertura al crimen organizado, entre otras.

Lo ideal sería generar una “artesanía evolutiva”, en la cual se reciclaran las estructuras que dejaron de ser útiles para optimizar su uso frente a las nuevas necesidades, que se tuviera una adecuada planeación territorial que involucre la conservación y funcionamiento del ecosistema urbano que está interactuando con el ser humano y ecosistemas naturales. Que la ayuda que se esta recibiendo, pudiera ser con materiales que no generaran una nueva problemática de contaminantes y que se tomara en cuenta un verdadero diseño regenerativo de este ecosistema.

Absolutamente, esto es un sueño ante las necesidades inmediatas de la sociedad, que no se pueden postergar y son de primera necesidad, pero gracias a esta narrativa podemos mirar un poco el mundo del Emprendimiento e Impacto Socioambiental, en donde se buscar resolver las problemáticas de una manera integral y holística, cuando las necesidades requieren soluciones inmediatas que ponen al límite los medios para obtener los resultados finales.

La respuesta no la tengo y solo tengo la reflexión de que podamos mirarnos como Agentes de Impacto Socioambiental, mirarnos como humanos en coexistencia con el planeta y el hacer lo imposible para resolver las problemáticas que hemos ocasionado sin detonar otras.

Rodo Arenas

Especialista en la formación de Emprendedores Sociales, con más de 33 emprendimientos en el mercado, enmarcando un énfasis en Wellbeing y Soft Skills. Cuenta con un sin fin de consultorías y reingenierías empresariales, dentro de este rubro. Ha colaborado con las instituciones más reconocidas de Diseño Socio-Ambiental a nivel mundial y cuenta con las alianzas más importantes del Ecosistema de Impacto para seguir generando una formación integral, una curaduría de proyectos y una vinculación multisectorial a nivel LATAM, iniciando desde Denver, Colorado.

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