Crecer de manera sustentable y no como unicornio, la clave del éxito de las empresas
Según el estudio “Soft Landing in Latin America”, la pandemia por Covid-19 provocó que las inversiones en startups ascienden a 15 mil millones de dólares. En ese escenario México y Latinoamérica están viviendo un boom de expansión del emprendimiento tecnológico. Ya que la inversión recibida tan solo en 2021 por más de 3.500 empresas sumadas, es de $16B de dólares y representa el 43% del capital histórico de inversión de Venture Capital en Latinoamérica (LATAM) en los últimos 10 años.
A pesar de los retos y dificultades que ha dejado el COVID-19 en el mundo, algunas empresas, principalmente con base tecnológica, han visto una oportunidad en este entorno y de ese modo han logrado emprender y crecer con éxito.
En ese sentido el webinar Emprendiendo en Pandemia, organizado por la plataforma de financiamiento tecnológico Cumplo, reunió a las voces expertas de los directivos de Jüsto, Reworth y Flexio, con el objetivo de brindar su testimonio en cuanto a las piezas clave para lograr construir un modelo de negocio efectivo en los últimos dos años.
En primer lugar Nathan Schorr, CEO de Flexio, destacó la importancia de que se cuente con la liquidez necesaria para cada empresa, así como a ser flexibles dentro de las mismas. En ese punto señala que justamente al inicio de la pandemia lo que observó fue que “los empresarios necesitan esos puntos para tener una buena gestión administrativa y sobre todo poder hacerlo en línea”, así fue como surgió su idea de negocio.
Chiara Sheldon, COO de Reworth, comenta que para el crecimiento de las empresas en estos últimos años, fue necesario reducir costos. Por otro lado, argumentó que muchas empresas continúan con la idea de ser un unicornio y eso hoy en día no es sustentable, porque para ser un unicornio tienes que crecer de forma muy rápida. “Lo que hay que ser es un camello; porque el camello puede adaptarse a entornos extremos, y desde esa perspectiva lograr un equilibrio y tener un crecimiento sustentable”.
Por su parte Alejandro Sisniega, Cofundador de Jüsto, apuntó que de entrada se viven dos momentos muy distintos en un lapso de dos años, en el cual, cualquier empresa requirió de acciones inmediatas y radicales. En su caso, el factor suerte jugó un papel importante, y eso es algo que siempre tiene que acompañar a los emprendedores. “Cuando recibimos la pandemia teníamos siete meses de vida con una estructura bastante limitada, requirió de nuestro lado tener la capacidad de poder adaptarnos rápidamente y poder generar un crecimiento acelerado. Para lo cual hemos tenido la fortuna de enfrentar estas crisis con dinero en el banco”.
A lo anterior agregó que un punto importante también “es contar con el talento adecuado para lograr acelerar el crecimiento de tu empresa”. En la actualidad, se encuentran en una industria que se ve afectada por el desabasto y las alzas de los precios en los alimentos, sin embargo, observa que la gente no dejará de comprar, solo cambiará de hábitos de consumo.
Alejandro Villalobos, Director General para el Cono Norte de Cumplo, apuntó que “Nosotros somos empresas que ya han tenido series de inversión, todo con un cierto tamaño en el mercado, con cierto posicionamiento, etc. Pero la verdad es que palabras como incertidumbre, flexibilidad, toma rápida de decisiones y el tener, además, los recursos humanos, tecnológicos y de datos financieros, determinarán tomar mejores decisiones, esto me parece que aplica para nosotros como para empresas tan grandes como Google o como Facebook, y de cualquier tamaño”.
Y desde otro punto de vista, declaró que “Todos coincidimos en que tener esa garantía de liquidez nos ayuda a usar mejores herramientas y tomar mejores decisiones”.
El directivo concluye que “Frente a la crisis siempre hay oportunidades. Por lo que observar la situación en la que estamos, entender nuestro mercado, generar propuestas de valor, y encontrar a nuestros clientes correctos, serán puntos relevantes. A la vez, distinguir cómo podemos traer utilidades a nuestros negocios, que más allá de proyectar a cinco o diez años, el presente sea un momento para aterrizar y ser flexibles. Tomar esas decisiones de manera contundente para experimentar de manera veloz. Midiendo los riesgos, desde luego”.