Finerio: La fintech mexicana de open banking que está cambiando el futuro del sector financiero en Latam
Hay una cualidad que tienen en común los emprendedores más exitosos: Se atreven a “salir de la caja” y rompen el status quo. Este es el caso de José Luis López y Nick Grassi, quienes están revolucionando la banca tradicional con una solución tecnológica innovadora y disruptiva basada en un modelo de banca abierta (intercambio de información bancaria). Son pioneros en la construcción del ecosistema open banking en México y América Latina.
Ellos fundaron Finerio Connect, una fintech mexicana que ayuda a empresas financieras como bancos y fintech a tomar mejores decisiones de negocio basadas en datos y conocer a sus clientes con mayor detalle. Para cumplir con esta promesa de valor, José Luis, Nick y su equipo desarrollaron una Interfaz de Programación de Aplicaciones (API por sus siglas en inglés) que recopila y centraliza en un solo lugar la información transaccional de los usuarios (cuentahabientes), incluso si tienen varias cuentas bancarias.
La empresa tecnológica cuenta con tres productos. El primero es ‘Agregación Bancaria’ con el que se obtiene información financiera de los usuarios para que las empresas brinden el producto adecuado en el momento más conveniente. El segundo es ‘Enriquecimiento de Datos’ que analiza e interpreta la información. Incluso genera insights, predice el comportamiento, ingresos y gastos del usuario.
El tercer y último producto es una app que funciona como un Personal Finance Management (PFM por sus siglas en inglés). Esta plataforma ayuda a los cuentahabientes a vincular sus tarjetas, cuentas bancarias y controlar sus gastos en un mismo lugar. Las empresas financieras pueden brindar este producto a sus clientes y así mejorar tanto el servicio como la experiencia. José Luis aclara que los cuentahabientes son dueños de su información bancaria y tienen la libertad de decidir a quién compartirlos.
Actualmente la empresa realiza una fuerte inversión en temas de PFM con el objetivo de brindar en el futuro cercano diferentes productos de software como servicio (SaaS por sus siglas en inglés), que faciliten la ejecución de varias tareas. Por ejemplo, crear un neobank con licencia bancaria de otra empresa. “La idea es que puedas crear una fintech desde cero en poco tiempo con nuestra tecnología. Será un orquestador de infraestructura de terceros”, afirma José Luis, cofundador y CEO de la empresa.
Finerio Connect funciona bajo un modelo de negocio SaaS que le permite generar ingresos a través del cobro de un fee (tarifa) por utilizar la licencia de su tecnología y por usuario activo. Sin embargo, el cliente puede pagar montos de costo fijo y variable de acuerdo al volumen de usuarios que la empresa tenga utilizando el servicio.
Los inicios de la startup
Con esta propuesta de valor, Nick y José Luis ya se ganaron la confianza de 70 compañías que actualmente utilizan su tecnología. En la cartera de clientes tienen firmas como Nubank, Bancolombia, Fintonic, Banco Bci, entre otras más. Hoy, tienen una base de clientes sólida, pero la realidad es que hace seis años cuando arrancaron la empresa, fueron pocas las personas que vieron el potencial de este negocio. Llevan varios años tocando puertas, perfeccionando la tecnología y educando al usuario.
Finerio Connect empezó con una app de finanzas personales que sirve para registrar gastos mensuales y llevar un control del dinero. Durante 2018 y 2019 fue la cuarta aplicación en su tipo más descargada, un logro que según José Luis alcanzaron con poco presupuesto, recomendaciones de boca en boca y exposure mediático. Actualmente sigue vigente con 250 mil usuarios activos que llegan a ahorrar un 20% mensualmente.
Nick y José Luis empezaron a trabajar en la idea un día después de conocerse. Ambos estaban trabajando en un proyecto de consultoría de seguros en Deloitte, pero nunca imaginaron que se iban a conocer y que terminarían emprendiendo juntos. El sueño de José Luis no era emprender, pero su visión cambió cuando logró trabajar en la ONU. “Ahí vi que los emprendedores son los que realmente generan un cambio”, dice el cofundador.
Su meta más grande era ser parte de esta organización, pero con el paso del tiempo ese entusiasmo se apagó. “Me di cuenta de que no era lo mío”, agrega. El espíritu emprendedor de José Luis se encendió en su paso por la ONU. De hecho, después abrió un negocio de conciertos y emprendió varios programas de radio. “No tenía experiencia en emprendimiento. Mi fast track para aprender era hacer dos años de MBA, dos de consultoría y luego emprender”.
Aún teniendo un empleo estable y un sueldo fijo, José Luis renunció a su trabajo para emprender Finerio (nombre inicial de la empresa) sin tener la certeza de que su empresa sería exitosa. “Al principio me dio miedo porque no sabes cómo empezar. Recibes apoyo de incubadoras, tomas cursos, ves videos y demás, pero realmente no sabes cómo empezar; la ejecución es muy diferente”, recuerda el emprendedor.
Irrumpir el sector financiero
Cuando José Luis y Nick platicaron las ideas que tenían, vieron la oportunidad de emprender juntos. “Nos dimos cuenta que con las metodologías de ahorro que utilizábamos podíamos ahorrarle mucho dinero a las personas automatizando sus finanzas. Y para lograrlo se necesitaba lo que ahora llamamos open banking”, dice José Luis.
Tenían varias ideas de negocio, pero optaron por la solución de finanzas personales al ver que la mayoría de los mexicanos no ahorran, no controlan gastos y tampoco planean a futuro. Tan solo seis de cada 10 personas adultas (unos 42 millones de mexicanos) no registran sus gastos mensuales, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
A pesar del éxito que tuvo la app de finanzas personales, poco a poco fueron descubriendo las necesidades y tendencias del mercado. Empezaron a ver cómo podían aprovechar y evolucionar su tecnología; pivotaron el modelo pero siempre con la idea de impactar positivamente a los usuarios del sector financiero.
Luego de dos años de investigación y desarrollo para realizar las conexiones a bancos y la app de finanzas personales, en 2020 lanzaron Finerio Connect. Desde entonces el foco de la empresa está en el desarrollo de tecnología financiera de open banking.
Los retos de emprender en open banking
Para José Luis, uno de los retos más grandes que enfrentaron al emprender en esta industria fue el fundraising (captación de recursos). “Los fondos de inversión esperaban cifras impresionantes, pero nuestra empresa hacía hincapié en el desarrollo de tecnología. No era la típica empresa que podía generar ingresos desde el primer día”, detalla José Luis.
A pesar del rechazo y escepticismo de los inversionistas, estos emprendedores lograron fondearse a través de varios reconocimientos que obtuvieron como el premio Everis y el premio de Educación Financiera de Citibanamex en 2017. También recibieron apoyo del extinto Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM). En lo que va de 2022 han recibido inversión de fondos de venture capital como Village Capital, G2 Momentum Capital y una ronda de crowdfunding a través de Arkangeles.
Nick y José Luis fueron pioneros en la implementación de soluciones de open banking en México, aunque en otros países ya existían algunas aplicaciones basadas en el modelo de banca abierta como Mint en Estados Unidos y Guiabolso en Brasil. En el mercado mexicano se enfrentaron a una escasa adopción de soluciones financieras digitales, pues en aquel entonces, la industria fintech empezaba a formarse.
José Luis recuerda lo complicado que fue posicionarse en el mercado y que el público entendiera el concepto de open banking. Este consiste en intercambiar la información bancaria de los usuarios que tienen las instituciones financieras con otras entidades para ofrecer mejores productos, servicios y fomentar mayor competencia entre las empresas.
Sin embargo, “conforme surgieron más empresas de open banking, estas soluciones fueron permeando el mercado y la industria; entre todos educamos al usuario final”, asegura José Luis. El cofundador atribuye esta evolución, en gran parte, a los avances que ha tenido la regulación en México y América Latina.
Tan solo en México, en junio de 2020 se establecieron las primeras disposiciones de open banking dentro de la Ley Fintech. Con este cambio, las entidades financieras están obligadas a intercambiar datos públicos, agregados y transaccionales. De hecho, Nick y José Luis han participado en la construcción del marco regulatorio con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y están ayudando a otros países para que las leyes faciliten el intercambio de datos financieros. “La tendencia de open banking viene muy fuerte en América Latina”, asegura José Luis.
El porvenir de la empresa
Las oportunidades que tiene Finerio Connect para seguir creciendo son grandes, si consideramos que en América Latina existen alrededor de 10 mil empresas financieras, entre bancos, fintech y otras entidades que pueden hacer uso de los productos de la startup.
Pese a la falta de un marco regulatorio especial para open banking, la baja penetración de tecnologías financieras y la falta de financiamiento, Nick y José Luis lograron sacar a flote su empresa. Ahora opera en México, Colombia, Chile y están entrando al mercado brasileño. Entre los planes a futuro de la empresa está expandirse en más países de América Latina. José Luis adelanta que ya tienen prospectos en casi todos los países del continente y que harán alianzas estratégicas con grandes jugadores de infraestructura tecnológica y financiera para lograr su objetivo: Ser la compañía líder de open banking.