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6 estrategias para crear compromiso laboral en tus colaboradores

Al hablar de trabajo en equipo y metas en común solemos poner la atención en la figura del líder, como ese guía que ordenará los esfuerzos del equipo para lograr las metas. Pero es igual de importante tomar en cuenta a cada uno de los miembros de este equipo, a los colaboradores, sin cuyo trabajo, esfuerzo y trabajo profesional las metas simplemente no se pueden alcanzar.

Un colaborador se acerca a un trabajo para desarrollarse profesionalmente, poner en práctica los conocimientos que posee, crecer y aprender, pero también para asegurar una subsistencia adecuada, de acuerdo a su estilo de vida. Como tal, cada persona establece prioridades y administra su tiempo y esfuerzo para cubrir cada aspecto de su vida, es decir, su lado profesional, emocional, familiar, de esparcimiento, etc. Comprender esta multidimensionalidad de la personalidad de los colaboradores es la base para dar reconocimiento a su esfuerzo, al tiempo que se aprovechan sus capacidades y se le permite invertir sus recursos en lo que más le interese.

Para tener un equipo verdaderamente comprometido, fiel y preocupado por el alcance de resultados, sugerimos poner atención a los siguientes elementos, ajustándolos de acuerdo a las necesidades de cada organización y de cada persona que la compone, para acrecentar una cultura organizacional positiva:

Respetar los tiempos de trabajo. Sabemos que los objetivos empresariales son importantes, y que dar nuestro mayor esfuerzo al formar parte de un equipo es nuestro compromiso profesional, para con nuestros líderes, compañeros y nosotros mismos. Sin embargo, un trabajo que se vuelve intrusivo en otras áreas de la vida de los colaboradores pronto resulta en emociones negativas hacia el mismo trabajo, pues no permite el enfoque en otras metas personales.

Reconocer el buen trabajo y corregir los errores. Como parte del crecimiento que cada persona busca en sí misma, los colaboradores requieren un estímulo positivo tras una labor bien realizada, a pesar que esa sea su labor en una empresa. Un comentario positivo, una felicitación, un estímulo ya sea en tiempo de descanso, un premio, obsequio o mejora de condiciones siempre será bien recibido, así como una orientación en caso de cometer un error.

Generar un ambiente de trabajo agradable. Si bien un profesional de cualquier área tiene responsabilidad personal por mantener sus emociones bajo control, es inevitable que surjan conflictos entre un grupo de personas que convive cercanamente por mucho tiempo. Escuchar, comprender y aportar soluciones son factores que favorecen una convivencia sana y profesional, tomando en cuenta siempre que el objetivo de un equipo de trabajo es colaborar por el bien de una empresa.

Aportar herramientas necesarias para el trabajo. Un profesional de cualquier área aporta los conocimientos y habilidades aprendidas en la formación y experiencia laboral, pero pocas veces cuenta con los recursos materiales y tecnológicos para desarrollar su labor al 100%. Por eso requiere que la empresa que le contrate le brinde los recursos materiales, de software y de socialización para realizar su trabajo de forma completa. Un colaborador que se ve obligado a invertir sus propios recursos para trabajar pronto se incomodará, si es que no se le compensa de una manera adecuada.

Ofrecer oportunidades de crecimiento. Cualquier colaborador que se integra a una organización busca crecer profesionalmente, al menos hasta cierto punto que cumpla sus expectativas. Ofrecer a los colaboradores perspectivas de crecimiento a corto, mediano y largo plazo ayuda a crear un ambiente de fidelidad, compromiso y esfuerzo, pues se le demuestra a los miembros del equipo que su trabajo realmente rinde frutos, y no solo para la empresa.

Permitir el cuidado de la salud física y mental. Nadie quiere sufrir un accidente, y mucho menos tener que buscar el tiempo para cuidarse al tiempo que cumple con sus responsabilidades. Una empresa comprometida con sus colaboradores permite tanto el tiempo correctivo ante un malestar de salud, como el preventivo. Son muchas las formas en que se puede cuidar la salud de un colaborador, ya sea ofreciéndole seguridad social, tiempo de descanso adecuado, oportunidad de asistir a citas médicas o incluso con membresías de espacios para practicar deporte.

Sin duda mantener un equilibrio entre las diferentes áreas de interés de un colaborador es un esfuerzo que requiere de planeación adecuada. Los resultados, sin embargo, son muy benéficos para todas las partes, pues el colaborador se sentirá cuidado y apreciado en su centro de trabajo, con lo que su compromiso crecerá día a día. Recordemos que cuidar los recursos de la empresa, ya sean materiales, financieros o humanos no es un gasto, es una inversión que muchas veces aporta rendimientos al poco tiempo, por lo que vale la pena tenerlos siempre en mente y trabajar para su implementación y desarrollo.

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