Hackmetrix cierra segunda ronda semilla más grande de Latinoamérica en Ciberseguridad
La empresa chilena juntó $1.5M USD en la segunda ronda semilla más grande en materia de ciberseguridad en América Latina, sumando así a Cometa (antes Variv Capital) como inversionista líder, seguido por Amador Holdings, Hero Capital Group, Rally Cap Ventures y The Ark Fund.
Asimismo, se suman los inversores ángeles David Buenfil, Santiago Garcia, Domingo Guerra y Jesús Fernández a los prexistentes Antonio Gil Nievas, Alvaro Echeverria, Cristian Tala Sánchez, Federico Mari y Joaquin Paredes.
Hackmetrix fue fundada en 2018 por Adriel Araujo y Alejandro Parodi para brindar soluciones integrales de ciberseguridad a startups latinoamericanas.
A través de esta ronda de inversión, la denominada «startup para startups» continúa su camino hacia la consolidación como empresa líder en ciberseguridad en todo el continente latinoamericano y particularmente fortaleciendo su presencia en el mercado mexicano.
«México representa una oportunidad gigantesca gracias a la ya conocida Ley Fintech, que sentó los precedentes para Latinoamérica. El problema que sufren las pequeñas y medianas empresas tecnológicas en todo LATAM, es que se les está midiendo con la misma regla que se mide a los corporativos. Como las PyMEs no cuentan con los recursos económicos, ni el capital humano para superar las auditorías de seguridad o cumplir con regulaciones, los esfuerzos de ventas y marketing se convierten en un gasto de tiempo y recursos que definitivamente no les sobran».
Adriel Araujo, fundador y CEO de Hackmetrix
Durante la pandemia, 91% de las empresas en México han priorizado la ciberseguridad ya que el país es el segundo con más ciberataques después de Brasil según el estudio Digital Trust Insights 2022 de Pwc.
Hackmetrix cuenta con clientes como Mercado Libre, Bitso y Ualá y protege a las tecnologías que están cambiando el juego en Latinoamérica. Asimismo, facilitan el crecimiento a pequeños negocios que requieran adaptarse de forma segura y rápida a las necesidades del mercado.
«A raíz de la pandemia los grandes corporativos e instituciones gubernamentales, comenzaron a trabajar con pequeñas empresas y los cibercriminales lo saben. Por ello es que implementar programas de seguridad se ha vuelto un must-have tanto para los grandes como para los pequeños», señaló Araujo.