Una startup es una empresa que comparte muchas características con las pequeñas y medianas empresas (Pymes), pero cuenta con elementos propios que la distinguen como su nivel de escalabilidad, además sus operaciones se apoyan en la tecnología y tiene el potencial para innovar e impactar directamente en el desarrollo de su sector.
Por lo tanto, a pesar de las similitudes, las necesidades de una startup no son las mismas que de una Pyme convencional. Para alcanzar su máximo potencial, éstas necesitan tener muy claro su modelo de negocio, asegurarse de tener un producto o servicio innovador y disruptivo, adquirir experiencia en el mercado y, lo más importante, encontrar aliados estratégicos que faciliten su desarrollo.
“Conseguir inversión es un paso vital para el desarrollo y la expansión de una startup. Para alcanzar este objetivo es importante que los inversionistas estén convencidos del proyecto, pero también que la estructura de la empresa facilite el proceso, de otra manera las oportunidades se pueden ir. En pocas palabras, las startups deben de institucionalizarse y poner en orden todo antes de ir en busca de inversión”, señala el Dr. Guillermo Cruz, presidente y fundador de Asesores de Consejo y Alta Dirección (ACAD), empresa que ofrece servicios de consultoría a negocios familiares con el objetivo de que adopten mejores prácticas y estrategias de gobierno corporativo.
Para obtener fondos para una startup, los emprendedores deben de tomar en consideración diversos elementos:
- Una propuesta que tenga valor
- Integrantes que le dediquen el mayor tiempo posible al desarrollo del negocio
- Proyecciones claras
- Un buen ‘pitch’
- Estructura financiera y legal sólidas
El método para fomentar la inversión
Los emprendedores detrás de una startup, además de encargarse del core de su negocio,deben de ocuparse de otras tareas de corte burocrático, jurídico y financiero.
En muchas ocasiones, es necesario el apoyo de un experto en la materia y la implementación de metodologías para que la empresa tenga mejores prácticas. Este cambio es la piedra angular para conseguir el objetivo y tener más probabilidades de que las negociaciones con inversionistas lleguen a buen puerto.
En este sentido, ACAD desarrolló la metodología 6G para que las startups se acerquen a fondeadores e inversionistas. Por medio de ésta se busca que las startups se institucionalicen y se preparen para recibir inversión y crecer, sin que se tengan que corporativizar.
La metodología contempla los siguientes puntos:
- Implementar gobierno corporativo, es decir, establecer procedimientos, reglas y principios que rijan la estructura del negocio. De esta manera se definen las relaciones entre los diferentes consejos, los accionistas, la junta directiva, etcétera, para que, de manera conjunta, se tomen las mejores decisiones para la empresa.
- ¿Cómo hacer una planeación estratégica? Se basa en definir cuáles son los objetivos y qué estrategias y acciones se implementarán para conseguirlos.
- Seguimiento y evaluación de la planeación estratégica.
- Analizar cuánto dinero se requiere y para qué se necesita la inversión.
- Realizar la documentación del plan de negocio de la startup.
- Hacer un análisis financiero sobre el estado de la compañía e integrar toda la información.
Una vez con todos los datos, la empresa puede salir en busca de fondeadores e inversionistas. “Las startups son empresas únicas y con características que las diferencian de otros ecosistemas. Para poder recibir fondos, necesitan cumplir con algunos requisitos. La metodología 6G está diseñada para que puedan cumplir a cabalidad con las demandas de los inversionistas, tengan la posibilidad de hacer negocios con aliados más grandes, pero que no tengan que hacer burocráticas sus empresas”, agrega el presidente de ACAD.
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