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Segundas Oportunidades: Más Allá del Sistema Penal

Por Paulina Camarena, Founder de FAIRLY Consulting

“Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”

Eduardo Galeano.

¿Alguna vez has sentido que necesitas una segunda oportunidad? ¿Has experimentado el arrepentimiento profundo, creyendo que podrías reparar un daño, pero la persona afectada “te lo impide”? La realidad es que las segundas oportunidades no dependen de otros, sino de nosotros mismos. Tal vez eso signifique empezar de nuevo: con otra persona, en otra ciudad, o en un trabajo diferente, dependiendo de las circunstancias. Lo importante es que nosotros mismos podemos y debemos darnos esa segunda oportunidad para reconstruir una vida de la que podamos sentirnos orgullosos.

¿Pero qué ocurre cuando es el propio sistema el que impide la posibilidad de una segunda oportunidad? Esto es lo que enfrentan muchas personas que, tras haber sido privadas de su libertad, ven obstaculizado su derecho a reconstruir sus vidas una vez cumplida su condena.

Anteriormente compartí mi experiencia personal y laboral en temas de inclusión y discapacidad. Otra causa que ha sido parte fundamental de mi vida por muchos años es la reinserción social y el trabajo con personas privadas de su libertad (PPL). La libertad es un concepto profundamente arraigado en mi ser. La primera vez que visité un penal, tenía 20 años, esta visita y las subsecuentes, dejaron una huella imborrable en mí. Desde entonces, nunca he dejado de luchar por esta causa.

El concepto de segundas oportunidades debe entenderse dentro de un contexto más amplio, donde se exploren las causas profundas de la exclusión y se promueva un enfoque integral hacia la reintegración y la justicia social. Desde un punto de vista filosófico, figuras como Immanuel Kant veían las segundas oportunidades como una manifestación del respeto hacia la capacidad moral del ser humano de cambiar. Hannah Arendt, en La condición humana, reflexionaba sobre la capacidad de los individuos de reinventarse, sugiriendo que tenemos la posibilidad de arrepentirnos y transformarnos.

Sin embargo, la realidad suele ser mucho más cruda. Para quienes han estado privados de su libertad, su identidad se desdibuja en el momento en que los demás descubren su historial penal. Al intentar reincorporarse a la sociedad, la primera barrera suele aparecer cuando buscan empleo. Por ejemplo, a pesar de la última reforma a la Ley Federal del Trabajo para establecer la no discriminación de personas con antecedentes penales para ingresar, permanecer o ascender en un trabajo, eliminando la carta de antecedentes no penales, muchas empresas la siguen solicitando bajo la premisa de “proteger” sus negocios. Este acto, a menudo disfrazado de responsabilidad, contribuye a la perpetuación del estigma social hacia las personas que fueron privadas de su libertad.

Paola Zavala, Directora de la Organización Comunitaria para la Paz (OCUPA), señala acertadamente que “para transitar de un sistema de justicia fracasado a uno que permita la reconciliación social, es necesario cuestionar las históricas formas patriarcales que nos han sido impuestas para combatir la violencia”. Si como ciudadanos reflexionáramos sobre esto y aplicáramos nuestro propio juicio al otorgar segundas oportunidades, podríamos contribuir a un cambio significativo, más allá de los intereses políticos que buscan perpetuar el actual sistema de justicia penal.

La situación es alarmante. En México, según datos de la ENPOL 2021, el 57.5% de la población penitenciaria está detenida por robo, y el 33.4% tiene entre 18 y 29 años de edad. Además, el 69% solo cuenta con educación básica. Estas cifras son un reflejo claro de las desigualdades estructurales que dominan nuestra sociedad. Nuestro sistema perpetúa la pobreza, la violencia y la inseguridad, creando un entorno en el que muchas personas se ven forzadas a delinquir.

Otro dato alarmante recientemente publicado en una investigación de OCUPA con la Organización Internacional del Trabajo establece que más de un millón de niñas y niños tienen o han tenido a su padre o madre en prisión en los últimos 5 años. ¿Qué tipo de consecuencias crees que esto tendrá en la estructura familiar y social?

Es esencial reconocer que todos somos parte de este sistema y, como tal, compartimos la responsabilidad de transformarlo. El cambio no es solo institucional, sino también personal. Cada uno de nosotros puede ejercer empatía y comprensión, otorgando segundas oportunidades y abriendo las puertas a aquellos que buscan reconstruir sus vidas.

Es en el reconocimiento de nuestra humanidad, con todas nuestras tonalidades, donde reside nuestra verdadera fortaleza como comunidad.

Como bien lo dijo Mercedes Sousa, “solo le pido a Dios, que lo injusto no me sea indiferente”.

A lo largo de los años, he tenido la fortuna de colaborar con diversas organizaciones que se dedican a apoyar a personas privadas de su libertad y promover su reinserción social. Te invito a conocer su labor y sumarte a sus esfuerzos, ya sea donando, siguiéndolas en redes sociales, compartiendo su contenido, apoyando sus iniciativas, o participando como voluntario:

OrganizaciónMisiónPágina o redes¿Qué podrías hacer?
Interculturalidad Salud y Derechos (INSADE)Generar estrategias de reinserción social y autonomía económica de poblaciones en contextos de violencia y delincuencia, que están o han estado directa o indirectamente privadas de la libertad a nivel regional; por medio de metodologías participativas y de la mano de aliados clave para el desarrollo de agentes de cambio.https://www.insade.mx/Compra alguno de los productos de su proyecto “Hecho en Libertad” son accesibles y haces un gran cambio con poco.
OCUPAOrganización Comunitaria para La Paz fomenta la reinserción social y prevención de conductas delictivas mediante la creación y promoción de oportunidades pacíficas, justas e incluyentes.https://www.ocupa.org.mx/Dona o escríbeles para ser voluntario. Comparte su contenido, es informativo y de mucho valor.
ALTERBIKEAlterbike son bicicletas hechas en México. Tienen el propósito de cambiar al mundo positivamente con las bicicletas. Dan empleo a PPL en Saltillo, Coahuila.https://alterbike.mx/nosotros/Compra una bici, le cambiará la vida a un joven en prisión.
DHARANA MOVEMENTEmpresa social con productos están elaborados por mujeres en reinserción social. Con tu compra contribuyes a que mujeres tengan una segunda oportunidad.https://dharanamovement.com/Compra sus productos.
PRISON ARTDar futuro más esperanzador a personas privadas de su libertad y a sus familias, disminuyendo la estigmatización y discriminación a la que son sometidos. En el camino reducen índices de violencia y delincuencia.https://www.prisonart.com.mx/Compra sus productos si tienes la posibilidad económica.
ReinsertaAtendemos a niñas, niños y adolescentes marcados por la violencia en México a través de un modelo integral que brinda atención psicosocial para su bienestar, salud mental y protección.https://reinserta.org/Dona y/o comparte su contenido de redes.
La CanaEmpresa social que trabaja con mujeres en prisión, con la finalidad de mejorar su calidad de vida y lograr su reinserción en la sociedad.https://lacana.mx/Compra sus productos, son accesibles y lindos regalos. Comparte su contenido.
PolianaBuscando mejorar las condiciones de vida dentro y fuera de la cárcel para construir un México mejor.Este trabajo está en pausa, pero puedes encontrar valiosas conversaciones en Facebook: https://www.facebook.com/polianamx/live_videos/Escucha las grabaciones.
ReintegraOrganización sin fines de lucro con el objetivo de cambiar historias de vida rompiendo con círculos de violencia a través de la prevención del delito.https://reintegra.org.mx/Dona y/o comparte su contenido en redes.

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