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Hiperenfoque en los resultados limita la innovación empresarial

Una empresa que pone el foco únicamente en los resultados, ya sea en la productividad, los ingresos, el posicionamiento o la participación de mercado, es incapaz de ver la fotografía completa de su industria. Si bien, alcanzar metas es esencial, el excesivo apego a los resultados puede frenar la capacidad de resiliencia de las organizaciones y obstaculizar la creatividad y la innovación.

“El hiperenfoque de los directivos en los resultados es una constante en las empresas. Si bien estos son muy importantes, hay que entender que detrás de ellos existe un proceso complejo, pero cuando se cierra el márgen al error y no se  asume como parte del aprendizaje, los colaboradores se llegan a sentir inseguros, con miedo al fracaso y pueden frenar proyectos con gran potencial disruptivo”, afirma Eric Jiménez, Gerente General Global de Fuckup Nights, movimiento global enfocado en crear experiencias que deconstruyan la percepción de fracaso.

En el Reporte Failure At Work 2023: Tendencias, Datos e Insights sobre el Fracaso en el Lugar de Trabajo (2022-2023), Fuckup Nights explora, de manera detallada, la relación que existe entre el excesivo interés de los directivos por los resultados, el pero también aborda temas como el fracaso y la innovación.

La encuesta encontró que en 2023, el 20% de los colaboradores piensa que la dirección siempre se centra en los resultados, esto significó un incremento de 5.2%, con respecto a la cifra registrada en 2022 (14.8%). Además, el 48.3% de los empleados piensa que la dirección, suele centrarse cada vez más en los resultados.

La narrativa del fracaso

De acuerdo con Fuckup Nights, existe una correlación inversa entre el hiperenfoque en los resultados y el impulso de nuevas ideas. “La innovación florece en ambientes donde se permite el riesgo y la posibilidad de fracaso. El miedo a que un proyecto no funcione está restringiendo la creatividad y limitando el potencial de crecimiento de las compañías”, comenta Eric Jiménez.

Añade que la narrativa del fracaso como algo poco deseable y que hay que evitar es parte de una construcción social, un paradigma que es necesario cuestionar si se quiere potenciar a la empresa y llevarla al siguiente nivel.

Sin embargo, esto no ocurre. El estudio revela que los empleados se sienten más inseguros al enfrentar el fracaso, lo que dificulta la comunicación efectiva de las lecciones aprendidas. En 2023, el 48% de las personas que fracasaron se sintieron inseguras, dicho porcentaje creció con respecto al año anterior en que se registró el 41.5%; y  sólo el 27% de los colaboradores se sintió más capacitado después de fracasar. 

“Cada vez son menos empleados los que comunican las lecciones aprendidas (38.58%) y también son menos los que consideran que estos informes conducen a mejoras (45.1%). Esto podría ser consecuencia de la dificultad de los directivos por ser más abiertos sobre sus errores, junto con su proceso de toma de decisiones basado en la seguridad más que en el riesgo”, detalla el Gerente General Global de Fuckup Nights.

Cuestiona el paradigma y gestiona el fracaso

En una sociedad donde el fracaso presupone algo malo, hablar de gestionarlo es una disrupción y un desafío de grandes magnitudes. Para ello Fuckup Nights propone 4 puntos:

  1. Pedir ayuda

El poder pedir ayuda libremente al momento de un error, o fallo, siempre es buen signo de que existe trabajo en equipo.

  1. Resignificar el fracaso

Tomar el fracaso como experiencia humana, en vez de solo ver la connotación negativa  da una mayor perspectiva del fracaso.

  1. Practicar el autoperdón

Los errores no definen a las personas, practicar el autoperdón es clave al momento de fracasar.

  1. Compartir experiencias

Compartir historias de fracaso en equipo abre paso a la vulnerabilidad y a la conexión con el entorno.

“Las empresas deben trabajar por encontrar el equilibrio entre alcanzar objetivos y fomentar un ambiente que celebre el proceso de aprendizaje, donde el fracaso sea visto como una oportunidad para mejorar y no como algo negativo. La innovación es posible cuando le perdemos el miedo a fracasar”, concluye Eric Jiménez. Paras más información o descargar el estudio, visita: https://www.fuckupnights.com/at-work

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