Camino21 es un proyecto de innovación educativa que tiene como objetivo transformar la enseñanza en América Latina y garantizar que los estudiantes desarrollen habilidades del siglo XXI. Fundado por Paul Moch Islas, un graduado en Política Internacional de Educación de la Escuela de Graduados de Educación de Harvard, y dos colegas más, Camino21 trabaja en estrecha colaboración con profesionales de educación superior para impulsar el cambio y promover la personalización en la enseñanza.
La trayectoria de Paul ha sido fundamental para el desarrollo de este proyecto. Con experiencia como investigador y Profesor Adjunto en Harvard, ha trabajado en áreas como política educativa comparada, innovación educativa y emprendimiento social. Además, cuenta con una amplia trayectoria en la formación de alianzas y estrategias para iniciativas sociales en el Think Tank – Fundación Ethos, el PNUD, el UNFPA y el gobierno federal mexicano. Su papel como CEO de Camino21 y como profesor de Política Educativa en el ITAM, demuestra su compromiso y conocimiento en el ámbito educativo.
¿Qué es Camino21?
El objetivo principal de Camino21 es impulsar la excelencia docente y promover un aprendizaje efectivo y significativo en el ámbito universitario. Buscan que los docentes se conviertan en agentes de cambio, desarrollando competencias del siglo XXI en sus estudiantes, como resiliencia, creatividad, pensamiento crítico y empatía. A través de su enfoque en la metacognición, fomentan la reflexión sobre las prácticas docentes y el impacto en el aprendizaje.
Su metodología se basa en facilitar el aprendizaje a través de la reflexión y la creación de comunidades de práctica. Reconocen la importancia de involucrar a los profesores en la transformación de sus propias prácticas, ya que son quienes mejor conocen el contexto en el que enseñan. Buscan implementar cambios incrementales y estrategias de fácil implementación que tengan un alto impacto en la enseñanza y el aprendizaje.
Cambio de paradigma
Camino21 se ha enfrentado a varios retos y desafíos durante su trayectoria. Uno de ellos ha sido el cambio de paradigma en la forma de enseñar de los docentes. Muchos maestros estaban acostumbrados a impartir clases de manera tradicional y resistían la necesidad de cambiar su enfoque. Para abordar esta resistencia, el equipo ha trabajado en establecer una relación de confianza con los docentes, mostrándoles evidencia de los resultados positivos de implementar métodos más interactivos y participativos en el aula.
Otro desafío ha sido la resistencia al cambio en el ámbito de la educación superior. Los procesos de formación a menudo se centran en aspectos teóricos y autores clásicos, lo que puede resultar abrumador y alejado de la práctica docente. Para superar este desafío, Camino21 propone la implementación de “quick wins” o cambios incrementales. Estos cambios se enfocan en introducir estrategias y herramientas pedagógicas innovadoras de manera gradual, brindando a los profesores la oportunidad de experimentar y adaptarse a nuevos enfoques sin sentirse abrumados.
Además, este proyecto ha trabajado en la creación de comunidades de práctica donde los docentes pueden colaborar, compartir experiencias y aprender unos de otros. Estas comunidades ofrecen un espacio seguro para discutir desafíos, intercambiar ideas y encontrar soluciones conjuntas. Al fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos, Camino21 promueve un ambiente de aprendizaje profesional continuo que apoya a los docentes en su proceso de transformación.
Otro desafío importante es la falta de recursos tecnológicos y conectividad en algunas instituciones educativas de la región. Para abordar esta brecha, el proyecto ha trabajado en alianzas estratégicas con organizaciones y empresas del sector privado para proporcionar acceso a herramientas y recursos tecnológicos a las instituciones y profesores que lo necesiten. Asimismo, se han desarrollado programas de capacitación para ayudar a los docentes a integrar efectivamente la tecnología en su práctica educativa.
Un camino de impacto y resultados
Camino21 ha logrado un impacto significativo en la educación superior de América Latina. A través de sus esfuerzos, han capacitado a miles de profesores en diferentes países, promoviendo la adopción de prácticas pedagógicas innovadoras. Se han implementado cambios en el diseño curricular, enfoques de evaluación más auténticos y el uso efectivo de tecnología educativa en el aula.
Además, Camino21 ha generado evidencia y casos de éxito que respaldan la eficacia de su enfoque. Estos resultados positivos han motivado a más instituciones educativas y docentes a unirse al proyecto y adoptar nuevas metodologías de enseñanza. Estos resultados de impacto les han representado el formar parte de programas de aceleración tanto con MassChallenge como con Unreasonable México.
En cuanto al equipo de Camino21, actualmente cuentan con aproximadamente diez personas trabajando en el proyecto a tiempo completo. Paul Moch destaca que el perfil del equipo ha evolucionado a medida que han buscado la escalabilidad del proyecto. Han incorporado ingenieros en sistemas y han adaptado el enfoque del equipo para lograr una mayor robustez en la atención a los clientes y la implementación de metodologías.
Crecimiento y apoyo
Camino21 ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, consolidándose como una empresa en constante desarrollo y participando en diversos programas de aceleración, incubadoras y levantamiento de capital. Aunque inicialmente se financiaron de forma independiente, sin levantar capital externo, en los últimos meses han comenzado a explorar nuevas oportunidades de inversión.
En palabras de Paul Moch, el camino emprendido por la empresa ha sido diferente al de otras compañías en el mercado. Desde su perspectiva, Camino21 ha tenido que aprender a entenderse como un vehículo financiero en un mercado de futuros dentro del mundo de startupero, lo que implica una lógica distinta a la de otras empresas educativas. Moch menciona que ha sido un aprendizaje entender esta lógica y adaptarse a ella para poder entablar conversaciones con inversionistas.
A finales del año pasado, Camino21 inició sus primeras conversaciones con potenciales inversionistas y abrió su primera ronda de financiamiento. Sin embargo, tras 30 conversaciones con diferentes inversionistas, se dieron cuenta de que debían corregir su enfoque y cambiar su estrategia de levantamiento de capital. Aunque han logrado obtener una cantidad de aproximadamente 160 mil dólares provenientes de inversionistas ángeles y socios, Paul Moch considera esta como una inversión pre-semilla.
En términos de programas de apoyo, Camino21 ha participado en iniciativas como el programa de incubación de Amazon Web Services y ha sido reconocido en el Startup Perú, ganando el primer lugar. Además, forman parte de la incubación de la Pontificia Universidad Católica del Perú y su centro llamado “Nexum Incubadora de Empresas“. Estas oportunidades de incubación les han brindado apoyo y han fortalecido su red de contactos en el ecosistema emprendedor. También han establecido alianzas con instituciones educativas y el Ministerio de Educación en Perú, donde han encontrado una gran tracción para su proyecto en comparación con México.
Los inversionistas ángeles han desempeñado un papel importante en el crecimiento de Camino21. Uno de los inversionistas ángeles más destacados es Fernando Valenzuela, un miembro activo en el ámbito de la educación y también fundador de una red (EdLatam Alliance) con la cual comparten experiencias y buscan generar un impacto desde la región. También han establecido alianzas estratégicas con instituciones como USAID y la Coalición Latinoamericana por la Experiencia Docente, que se enfoca en la formación docente para el cambio en la región.
Este proyecto revolucionario que está transformando la enseñanza en América Latina busca liderar el cambio y promover la personalización en la enseñanza. Con el crecimiento experimentado y el apoyo de inversionistas ángeles, instituciones educativas y organizaciones afines, Camino21 continúa su viaje hacia la excelencia docente y un aprendizaje efectivo y significativo en toda la región.
