La mayoría de los líderes empresariales ven la sostenibilidad medioambiental como una costosa obligación en lugar de una inversión a futuro
Aunque las organizaciones reconocen la necesidad de la sostenibilidad y la mayoría ha anunciado compromisos de cero emisiones netas, persiste una brecha entre los objetivos a largo plazo y las acciones concretas a corto plazo, según un nuevo informe del Instituto de Investigación Capgemini, “Un mundo en equilibrio: por qué la ambición de sostenibilidad no se traduce en acción”. El informe también señala que el estudio de viabilidad para aplicar medidas de sostenibilidad se subestima o no se entiende, ya que únicamente el 21% de los ejecutivos considera que está claro.
A fin de conocer si las compañías han considerado con la suficiente seriedad la urgencia de alcanzar la sostenibilidad, y evaluar sus avances a lo largo de los años, el Instituto de Investigación de Capgemini realizó la primera edición de un estudio de investigación global anual, encuestando a 2,004 ejecutivos de 668 grandes organizaciones (con ingresos anuales superiores a USD 1 mil millones) de 12 países y sectores clave.
Aunque la visión de la sostenibilidad se está integrando en la remodelación de las estrategias de negocio y cerca de dos terceras partes (64%) de los ejecutivos afirma que la sostenibilidad está en la agenda de cada uno de los altos directivos de su organización, aún existe una brecha entre la ambición climática y las acciones concretas: menos de la mitad (49%) tiene una lista definida de iniciativas para los próximos tres años, y poco más de una tercera parte (37%) de los encuestados afirma que su empresa está rediseñando su modelo operativo. En términos generales, el nivel de inversión en iniciativas de sostenibilidad de las compañías, cuyos ingresos superan los USD 20 mil millones, es de apenas el 0.41% de los ingresos totales en promedio, mientras que las empresas más pequeñas (con ingresos de entre USD 1 mil millones y USD 5 mil millones) están invirtiendo más (un promedio del 2.81%), en comparación con un promedio del 4% para el gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) de las empresas del índice S&P 500 en 2020.
Asimismo, el informe revela que muchas organizaciones carecen de una visión colectiva y de coordinación en torno a los esfuerzos de sostenibilidad en todas sus operaciones, y que los distintos equipos siguen trabajando en silos. Por ejemplo, solo el 43% de los encuestados afirma que los datos relacionados con la sostenibilidad están disponibles y se comparten con toda la organización, y menos de la mitad (47%) de las empresas contrata activamente a nuevos talentos con sólidas competencias en materia de sostenibilidad.
Las expectativas de los empleados y las regulaciones son actualmente los principales impulsores de las iniciativas de sostenibilidad
En la actualidad, los principales motores de las iniciativas de sostenibilidad son la presión de los empleados actuales y futuros (para el 60% de los ejecutivos) y la necesidad de anticiparse a una regulación futura más estricta (57%), mientras que el 52% de los ejecutivos dice que esperan que esto aumentará sus ingresos en el futuro. La mayoría de las empresas dudan por temor a las posibles implicaciones económicas a corto plazo. La sostenibilidad se considera con frecuencia un centro de costos, más que un centro de valor, especialmente en el contexto de la situación macroeconómica mundial. En este sentido, solo uno de cada cinco (21%) encuestados cree que la viabilidad de la sostenibilidad es clara, mientras que el 53% opina que el costo de emprender tales iniciativas supera el beneficio potencial. Por el contrario, el informe revela que las organizaciones que dan prioridad a la sostenibilidad ya están superando a las que no lo hacen.
“Muchas compañías entienden la necesidad de ser sostenibles, pero antes necesitan alinearse con una estrategia clara y establecer objetivos a corto plazo para obtener resultados concretos que permitan a la sociedad vivir dentro de los límites de nuestro planeta y no más allá de ellos”, afirma Cyril García, CEO de Capgemini Invent e integrante del Consejo Ejecutivo de Grupo Capgemini. “Es ahora o nunca, si queremos reducir el calentamiento global a 1.5°C. El cambio debe producirse desde arriba. Necesitamos que las empresas cambien sus modelos de negocio para crear productos y servicios sostenibles. Se trata de una inversión a futuro. Ante la creciente regulación y la presión de la sociedad civil, que se traduce en un mayor escrutinio de los consumidores y los inversionistas, las empresas que se demoran en actuar sobre sus ambiciones de sostenibilidad corren un gran riesgo de ver cómo sus actuales modelos de negocio se vuelven obsoletos o inadecuados en los próximos años. ¿Quién querría dirigir una empresa insostenible?”
Algunas empresas invierten en tecnología para contener su impacto ambiental
Actualmente, las empresas están cada vez más conscientes de la huella medioambiental de su tecnología y aprovechan las nuevas herramientas para lograr sus objetivos. Más de la mitad (55%) de los ejecutivos encuestados afirma que su empresa conoce la cantidad de carbono que emite su tecnología –a través de herramientas digitales, aplicaciones, sistemas informáticos y centros de datos–, y esta proporción alcanza el 63% en el sector de la fabricación industrial, y el 61% en el de productos de consumo y energía. Para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad, el 58% de las compañías señala que ya está utilizando la Inteligencia Artificial (IA) y la automatización, en particular en el sector energético (72%), y más de la mitad (54%) de las organizaciones a nivel mundial ya está invirtiendo en tecnologías digitales como la Realidad Aumentada (RA) y la Realidad Virtual (RV), o en herramientas de colaboración para reducir los viajes de negocios de los empleados.
Metodología:
Para esta investigación, el Instituto de Investigación Capgemini aplicó una encuesta a 2,004 personas de 668 organizaciones con ingresos anuales superiores a USD 1 mil millones de dólares. El 50% de los ejecutivos tenía funciones corporativas (por ejemplo, estrategia, sostenibilidad, ventas y marketing, contabilidad y finanzas, TI, operaciones) y el 50% restante funciones relacionadas con la cadena de valor (por ejemplo, innovación/I+D, diseño y desarrollo de productos, abastecimiento y compras, cadena de suministro y logística, fabricación y producción). Estas organizaciones tienen su sede en 12 países (Alemania, Australia, Canadá, España, EE. UU., Francia, India, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Suecia) y operan en sectores clave, incluyendo el aeroespacial y de defensa, automotriz, productos de consumo y comercio minorista, energía, servicios financieros, salud y ciencias de la vida, fabricación industrial, telecomunicaciones, servicios públicos, y sector público/gobierno. El alcance de la investigación se ha centrado en prácticas e iniciativas dentro de la sostenibilidad medioambiental y no incluye los aspectos sociales de la sostenibilidad.
Para obtener una copia del informe, ingresa aquí.