La startup brasileña Tembici, conocida por sus bicicletas naranjas Itaú, ha cerrado una línea de financiación de 30 millones de dólares con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). El objetivo de esta inversión es aumentar la flota de bicicletas, tanto eléctricas como normales, en el país y expandir las inversiones en tecnología e innovación. Con esta nueva financiación, Tembici espera poner en la calle unas 7.000 bicicletas más, completando su flota actual de 21.000. La empresa opera principalmente en São Paulo, Río de Janeiro y Porto Alegre, y tiene planes de expandirse a Curitiba, Florianópolis y Belo Horizonte en 2023.
Según Leandro Fariello, director financiero de Tembici, la decisión de buscar financiación en lugar de una ronda de capital riesgo se debió a varios factores. Fariello destacó que el modelo de negocio de Tembici incluye la compra de activos, así como la provisión de mantenimiento, logística y operaciones para las ciudades, por lo que una línea de financiación competitiva aporta más valor a los accionistas que una ronda de inversión.
Además, Fariello señaló que las nuevas rondas de inversión suelen implicar una dilución de la participación de los accionistas, lo cual no es el caso de esta línea de financiación competitiva con el BNDES. Con esta financiación, Tembici podrá comprar el activo, ponerlo en la calle, operarlo y generar ingresos a través de usuarios, patrocinios y medios de comunicación, sin la necesidad de dilución.
La financiación del BNDES incluye fondos del Fondo del Clima, que apoya proyectos relacionados con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático. Esta es la primera ayuda del banco al sector de la micromovilidad urbana. Según Fariello, esta inversión es emblemática para el BNDES, ya que las bicicletas son parte del ecosistema de movilidad urbana y tienen el potencial de sustituir parcialmente el transporte motorizado.
En septiembre de 2021, Tembici recaudó 420 millones de reales en una ronda de financiación capitaneada por la gestora Crescera Capital, con la participación de Pipo Capital, Endeavor Catalyst, IFC, Valor, Redpoint Eventures e Igah. La aportación se realizó con una parte de fondos propios y otra procedente de la captación de deuda con sello verde en líneas obtenidas con Itaú y Santander.
Además, esta línea de financiación del BNDES también es un paso importante en la dirección de un futuro más verde para la movilidad urbana en Brasil. La empresa está comprometida con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el desarrollo de soluciones sostenibles para la movilidad.
“La movilidad urbana es un desafío importante en Brasil y en el mundo”, afirma Fariello.
“Estamos satisfechos de ser parte de la solución y de aportar al medio ambiente y a la sociedad. Esta línea de financiación nos permite seguir invirtiendo en la tecnología y en la innovación para ofrecer un servicio más seguro, más eficiente y más sostenible a los usuarios”.
