“Responde muy bien, a pesar de su acento”, es la frase que en una ocasión escuchó el emprendedor, Israel Cauich, cuando un miembro de su equipo realizaba una demostración de su tecnología de voice bot al directivo de una empresa de Monterrey. Esta expresión fue en un tono irónico y de burla, lo cual le hizo darse cuenta que era un comentario discriminatorio y no de asombro por la tecnología del producto que estaba exponiendo.
“Toqué puertas en 28 corporativos, ninguno me aceptó. Me decían que en Yucatán nadie se dedicaba a eso; sin embargo, comprendí que en realidad me discriminaban por mi lugar de origen, una ciudad donde, según sus palabras, no se hacía inteligencia artificial, ya que es un sitio de turismo y servicios”, asegura Cauich.
Este caso fue documentado recientemente por Impact Hub Ciudad de México a través de su estudio (Des)Ventajas al emprender en México, el cual fue presentado hace unas semanas y que aborda el racismo y clasismo que hay en el emprendimiento, como factores circunstanciales que determinan el éxito o fracaso de los negocios, más allá de qué tan buena sea una propuesta o qué tan talentosos sean los emprendedores detrás del proyecto.
En el estudio se indica que 5 de cada 10 emprendedores admiten que su tono de piel influye, ya sea positiva o negativamente, en su negocio. El 61.5% de las y los emprendedores con tono de piel claro mencionaron que su tono de piel ha sido benéfico a la hora de solicitar financiamiento.
Diferentes Méxicos
El estudio revela que el lugar de origen también impacta en el desarrollo de las empresas. El 86.3% de los emprendimientos se encuentran en el centro y norte del país, ya que estas regiones ofrecen mejores condiciones para emprender; de este modo, los emprendedores del sur del país tienen oportunidades más acotadas, de ahí que haya una menor presencia de emprendimientos.
“Durante tres o cuatro meses intenté vender mi producto de inteligencia artificial, pero nadie me daba cita. Hasta que cambié la dirección fiscal de la empresa a la Ciudad de México y comencé a decir que la empresa se creó en esta ciudad, fue que las cosas cambiaron, el producto era el mismo, pero el trato era diferente por el simple hecho de que pensaban que radicaba aquí”, explica Cauich.
Según el informe de Impact Hub Ciudad de México, hay una desventaja vinculada a la ubicación geográfica donde se desarrolla el emprendimiento. Por ejemplo, en la zona sur del país, la mayoría de los emprendedores son de piel de tono medio u oscuro, y si a eso le agregamos el nivel escolar, la clase social o el dominio de algún idioma la brecha de desigualdad en comparación con los emprendedores de las zonas centro y norte de la república se incrementa.
“Esto me ocurrió en algunas negociaciones con VPs y directores, en particular cuando somos emprendedores que no venimos de la Ciudad de México. En ocasiones, por mi acento, escuché comentarios discriminatorios como ‘de seguro hablas Maya, todos los de allá saben eso’ o ‘a ver, tú que eres de Yucatán, avientate una bomba’. Es algo complejo con lo que a veces se tiene que lidiar al emprender”, señala el emprendedor.
“No cumples con el estereotipo de emprendedor”
El emprendedor Marco N., afirma que los estereotipos juegan un papel determinante para que el emprendimiento prospere. Estima que su empresa tendría un crecimiento hasta 10 veces mayor al alcanzado si su tono de piel y condición socioeconómica fueran diferentes.
“Me he dado cuenta que levantar capital me costará mucho más trabajo de lo podría considerarse como normal, y no porque el producto fuera malo, sino por un tema de discriminación y clasismo; incluso en ocasiones me decían: ‘nada más porque no eres blanco, ni procedes de una buena escuela de paga, de lo contrario, ya hubieras levantado mucho capital’”, explica Marco, quien brinda cursos de programación y emprendimiento a menores de edad.
El estudio (Des)Ventajas al emprender en México establece que el 25% de los emprendedores que estudiaron en el extranjero tienen alcance internacional en su proyecto, mientras que solo el 10% de los que no estudiaron fuera del país alcanzaron el mismo objetivo.
“A veces te hacen sentir como que esto del emprendimiento no es para ti, que solo es para gente que fue a una universidad privada, que sale en revistas de economía de prestigio. No estamos acostumbrados a ver personas exitosas morenas, y eso puede limitar la confianza en que nosotros también podemos construir grandes empresas”, añade Marco.
Finalmente, ambos emprendedores coinciden en que para inhibir la discriminación en el emprendimiento es fundamental comenzar a renovar estereotipos y generar mayor empatía en el ecosistema.
