HistoriasImpacto social y ambiental

En corto con Alejandro Souza: democratizando la ayuda a través de Wemerang

Techla: Cuéntanos del equipo detrás de Wemerang. ¿Quiénes son tus socios?

Alejandro: Fui muy afortunado al haberme topado con ellos, porque en realidad antes de comenzar a trabajar en la idea de Wemerang, no los conocía. Estaba yo buscando cofounders de perfiles técnicos porque yo no soy así y era algo que me hacía falta. No iba a dar un primer paso sin encontrar a los socios perfectos para lanzar este emprendimiento.

Iba a cualquier lugar, y a todo mundo que me daba 5 minutos aprovechaba para platicarles del proyecto y preguntarles si conocían a alguien con alineación de valores y habilidades. Así fue como una persona me recomendó a Raziel Rocha (Raz) y otra a Luis Daniel Beltrán (Dan).

Literalmente inicié un proceso de entrevistas muy riguroso donde participaron alrededor de 30 recomendados. Fueron muchas entrevistas. Cuando los escogí, tuvimos un Retreat de founders, donde acabé por convencerme que debían ser ellos.

Dan, por un lado, es first adopter de tantas cosas. Fue de los primeros usuarios de internet en México, por ejemplo. Él es ingeniero en sistemas, uno de los primeros usuarios de Bitcoin, inversionista en Bitso, vegano por 30 años, vive en una casa que él mismo construyó en Zacatecas usando principios de permacultura. Es alguien brillante, con mucho expertise en ciberseguridad, programa bots, hace day-trading, y fundó un espacio que se llama Hacker Garage para empujar al emprendimiento, ahí coachea mucha gente, también lidera otros proyectos como Microbit, Circular.Builders y Genuino Cloud.

Por su lado, Raz tiene un background tecnológico que evolucionó a súper tech, por conocer temas de producto y de management. Cursó una maestría en el IPADE, y es increíble porque a pesar de haber nacido en una situación vulnerable ha salido de ahí y ha lanzado muchos proyectos que han dado más de 3 mil empleos. Raz ha emprendido En diferentes industrias, que van desde la generación tableros de información económica y financiera para bancos, temas de lealtad, fue cofundador de Laboratoria en México, y fundador de Ercom, empresa que al venderla le permitió pagar su programa en el IPADE. Tiene unos valores humanos fascinantes.

Ambos son personas increíbles y que además tienen un trackrecord de generación de proyectos. Entre los 3, hemos lanzado 8 empresas con enfoque social muy marcado.

Techla: ¿Qué detona que brinques de otro emprendimiento social, tan noble y además tan mediático como lo es Pixza?

Alejandro: Yo, como emprendedor serial, soy mejor en la etapa de ideación y lanzamiento.

Encontré la oportunidad de Wemerang y soy de las personas que cuando identifican una oportunidad se les genera la responsabilidad de actuar. Era un momento muy bonito en el cual Pixza ya estaba madurando y despegando para crecer, y descubrí que las habilidades de Ray estaban mejor atinadas para esa etapa del negocio.

De manera armoniosa y con amor, pude tener una relación distinta -cercana pero diferente- a Pixza, y así enfocar mi energía creativa en el desarrollo de otro proyecto. Tenía también interés en el lado tech, aunque algo que me gustaba mucho de Pixza, pero que al mismo tiempo me frustraba, era que es muy face-to-face, experimentando la magia del emprendimiento social juntos. Pero un emprendimiento brick and mortar tiene desafíos para escalar y yo quería algo que escalara a la velocidad de mis pensamientos. Me interesaba tocar esas dinámicas de la tecnología, usándolas para mejorar el mundo.

Techla: Háblanos de Wemerang. ¿De dónde sale la idea? ¿Cómo la aterrizan? ¿Qué problema buscan resolver y de qué manera?

Alejandro: La idea surge hace 4 años, cuando me caso con mi ahora esposa. Elle me mete al mundo del heroísmo cotidiano, un mundo que no conocía.

A ella le encanta rescatar perros y yo la acompañaba. Entre más iba, más conocía gente que hacía eso, más limpiezas de ríos o barrancas, o que visitaban ancianos en albergues. Conocí gente increíble y me di cuenta del dolor de cabeza que era rescatar perros y hacer más cosas, pagando todo de nuestro propio bolsillo.

Encontrar gente para estas actividades no era fácil. Usábamos redes sociales para generar ruido, pero tampoco había ninguna validación.

Mis cofounders también hacían actividades por su cuenta y cuando nos conocimos la cifra de voluntarios informales que presentaba la ONU era de más de 700 millones de personas comunes y corrientes, que lideran sus propias acciones y movilizan a sus comunidades para resolver problemáticas. La pasión de estas personas es dejar el mundo mejor de lo que lo encontraron. Estas cifras nos hicieron clic y dijimos “órale, hay un mundo para nosotros”. Así que buscamos plataformas y no había, así que al cansarnos decidimos construirla.

La tecnología hoy en día permite a las personas monetizar sus grandes pasiones. Tenemos el caso de plataformas como OnlyFans o Patreon, donde la gente encuentra como monetizar. La verdad no hacía sentido un mundo en el que el mejor talento (estos héroes cotidianos) no puedan monetizar y que además pierdan dinero. Necesitamos una forma en que se pueda vivir de esto.

Wemerang participa dentro de la creator economy con una app que permite movilizar, monetizar y construir un negocio alrededor de ayudar. Al crear un challenge o un taller, la app te da un template y te guía con herramientas para encontrar gente, gamificar o recibir reconocimiento y validez.

Hay diferentes modelos para monetizar, desde los tickets de entrada para challenges, la recepción de donativos y suscripciones de personas o empresas, el patrocinio de marcas para arrancar challenges, o el tener rewards. Wemerang ofrece todo un ecosistema de heroísmo cotidiano.

Queremos también incluir un formato para escuelas y universidades, donde pueda utilizarse para servicio social, y para empresas, donde se pueda generar e impulsar temas de team building y bonding.

La generación Z presiona a las marcas para hacer el bien. Hace 10 años era imposible pensar en ser influencer y en 5 años podremos comprobar que puedes ganar dinero al ayudar al mundo. Será un barómetro para que las marcas y personas ganen reputación y que puedan vivir de ello.

Techla: ¿En dónde están ahorita? ¿Número de usuarios, ingresos generados, challenges registrados?

Alejandro: Hace dos meses lanzamos, mediante un soft-launch, la Ciudad de México, aunque la app ya está disponible hasta Argentina.

En este periodo se han creado más de 800 usuarios, que han entregado 25 mil dólares en dos swings de monetización.

Estamos encontrando product market fit, y hemos comenzado a asomar la cara en espacios para encontrar tracción.

Techla: ¿Qué hitos han alcanzado? ¿Han recibido alguna ronda de capital o participado en algún programa de aceleración o apoyo?

Alejandro: Recibimos 195 mil dólares en una ronda pre-seed, en la que participaron Latitud, Daniel Vogel (fundador de Bitso), Gema Santana y algunos otros ángeles inversionistas.

En cuanto a programas de aceleración, somos fellows de Latitud (que además son nuestros inversionistas), y también participamos en los de Impacta VC.

Techla: ¿Cómo se hace la selección de iniciativas que se apoyarán?

La idea detrás de Wemerang es democratizar que cualquier persona pueda ayudar al planeta, a los animales o a las personas. Ya no tienes que buscar una fundación. Tú creas o co-creas tu iniciativa y movilizas a tu comunidad. Tú vas y completas el challenge.

Techla: ¿Cuáles son sus siguientes pasos?

Alejandro: Estamos liberando features nuevos muy padres. El primero es el de recibir donativos y suscripciones; el segundo es el de los talleres; y el tercero es el de colaboraciones con marcas e influencer celebrities, que ayuden a impulsar al héroe cotidiano.

También traemos un piloto con universidades y empresas para ver cómo podemos usar la app para generar impacto, y a la par se está desarrollando un programa para Web3, donde estamos viendo qué de lo que estamos construyendo podemos mudarlo para allá y empoderar de mejor manera a nuestros héroes con mayor transparencia, ownership y formatos de monetización.

José Manuel Aguirre

Desarrollador de relaciones, proyectos, negocios, estrategias y alianzas. Colaboro con creatividad y experiencia para propiciar que quienes buscan crear valor y generar cambios positivos encuentren apoyo a través de la inspiración, la suma de voluntades, la obtención de recursos y la detonación de oportunidades que mejoren las estadísticas para alcanzar el éxito.

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