Cómo las aceleradoras pueden ayudar a sobrevivir a las startups en Latinoamérica
El panorama de las startups en América Latina ha sido alentador en la última década: el apoyo al emprendimiento innovador se ha fortalecido y modernizado con instrumentos más ágiles que han impulsado su crecimiento en la región y a nivel global.
Según la OCDE, desde 2012 los apoyos tradicionales como el capital semilla y el capital de riesgo, además de otras tendencias globales como el “crowdfunding”, los programas de apoyo integrado y los esquemas de economía colaborativa, se han establecido como herramientas para fomentar el emprendimiento y hacer madurar el ecosistema startup latinoamericano.
Y si bien la región continúa acumulando aprendizaje en cuanto al fortalecimiento de estrategias y políticas públicas que contribuyan al incremento de financiamiento y potencialización de oportunidades de escalamiento de startups, también ha generado mecanismos para romper la brecha entre el conocimiento técnico del emprendedor, su capacidad de gestión empresarial y el acceso a financiamiento.
En ese sentido, las aceleradoras han jugado un rol sumamente importante para derribar los desafíos específicos en la creación, desarrollo y expansión de los emprendimientos innovadores en América Latina.
“Las aceleradoras pueden ayudar a crear el empuje que las empresas nuevas necesitan para sobresalir. Crean una función de impulso al final del programa o en los días de demostración (Demo Days), y también proporcionan un camino adicional para poder crear un sólido proceso de recaudación de fondos sin desesperarse”, explica Andrés Barreto, Managing Director de Techstars Miami.
Una aceleradora de startups es una institución que ayuda a impulsar empresas o negocios en fase inicial mediante programas basados en convocatorias con un plazo de tiempo estipulado, los cuales incluyen entrenamiento con mentores, formación intensiva, educación digital y tutorización por parte de la empresa.
El proceso concluye con un Demo Day o un pitch público, que consiste en que cada startup presenta a inversores, socios y mentores los avances, tanto técnicos como comerciales, que han alcanzado durante el programa dando por finalizado su proceso de aceleración.
El Managing Director de Techstars Miami, aceleradora que este año lanzó un programa impulsado por la firma global líder en servicios financieros J.P. Morgan para acelerar startups en cualquier etapa cuyos clientes principales se encuentren en las Américas (desde Canadá hasta Argentina), asegura que de esta manera ayudan a los fundadores a ahorrarse el activo más escaso y valioso en el mundo: el tiempo.
“Los fundadores logran dos años de progreso en sólo trece semanas, y con la red de mentores, alumni, equipo del programa e inversionistas pueden evitar los errores que potencialmente destruyen un emprendimiento”, declara.
Pero el tiempo no es el único factor con el que las aceleradoras pueden ayudar a los nuevos emprendimientos a sobrevivir y potenciar su éxito. Se trata también de conseguir densidad de calendario, es decir, reunirse con el número más alto posible de inversionistas, conocer otras startups que se encuentran en el mismo proceso, generar buenas sinergias y romper con la creencia de que “se encuentran solas”.
Además, las aceleradoras pueden ayudar a los emprendedores en tres áreas específicas: que el proceso de recaudación de fondos sea eficiente para cerrar rondas de financiación en menos tiempo; capacitación sobre la contratación y el cierre de los mejores talentos de ingeniería; y abordaje de los problemas de crecimiento, para alcanzar o expandir el ajuste del producto al mercado.
Desde la opinión de Andrés Barreto, las aceleradoras pueden ayudar a las startups a crecer y también a sobrellevar una crisis financiera enfocándose en el ‘product market fit’, iniciando con segmentación, activación, retención, expansión de uso y adquisición, en ese orden.
El product market fit, o “ajuste de producto-mercado”, es el proceso de ajustar el producto en el mercado y poder evaluar la rentabilidad de la empresa sabiendo si el producto cumple justo con las necesidades de las personas.
“Nosotros nos enfocamos en ayudar a las empresas a llegar al ‘product market fit’ más rápido. Con fundamentos fuertes, combinando un proceso eficiente y la red de inversionistas de Techstars, le ayudamos a incrementar la probabilidad de éxito en una ronda a las empresas”, explica Barreto.
Las aceleradoras han comprobado que son una herramienta que está ayudando a madurar el ecosistema del emprendimiento innovador en Latinoamérica, región donde la financiación aumentó de USD 1.7 mil millones en 2017 a USD 6.8 mil millones en 2021.
Sin embargo, aún representa tan sólo el 2% del total de inversión de capital de riesgo en los Estados Unidos, según datos de Crunchbase. En ese sentido, Andrés Barreto comenta algunas recomendaciones para que las startups logren levantar inversión.
“El 80% del trabajo de levantar inversión ocurre antes de la primera reunión, y la persona que lo levanta debe ser el CEO para que la ronda cierre más rápido. Esto quiere decir que debe ‘renunciar’ temporalmente de la startup para enfocarse 200% en la ronda, 16 horas al día, todos los días hasta que cierre la ronda. Aquí, preparación y proceso le gana a ‘contactos’ y ‘network’. Dentro de Techstars Miami, nos enfocamos en que los fundadores cierren su ronda en menos tiempo, con un proceso que genera momentum”, concluye el Managing Director.