LIGO, una plataforma que busca democratizar la ciencia y ligarla a la iniciativa privada

Ana Ortiz, Javier Sandoval y Juliana Rodríguez se conocieron en el Tec de Monterrey mientras estudiaban la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sostenible. Ahí coincidieron en su gusto por la investigación, la ciencia e innovación.
Durante la carrera, los ahora emprendedores realizaron una investigación científica sobre la importancia de integrar a la academia con las empresas para mantener la competitividad de los profesionales.
«Vivimos en una región que no produce tecnologías, sino que las adapta, algo que afecta mucho a la competitividad de la comunidad científica, pues no les permite actualizarse al ritmo al que deberían.» Comentó Ana Ortiz en plática con Techla.
La investigación que Ana, Javier y Juliana desarrollaron, los llevó a participar en el World Sustainable Energy Days del 2019, que se llevó a cabo en Austria. Ahí tuvieron acceso a una comunidad científica especializada en temas de sostenibilidad y energía, donde notaron que había mucha gente de LatAm que estaba en busca de financiamiento para su proyecto de tesis.
«Nos impactó que estas personas llegaban por sus propios medios a buscar dinero para materializar sus investigaciones. Ahí decidimos que queríamos hacer algo para facilitar la conexión entre la comunidad científica y los fondos necesarios para el desarrollo de sus proyectos.»
A través de una incubadora del Tec de Monterrey llamada HUB de Emprendimiento Social Innovador, concibieron la idea de Ligo como una plataforma que pudiera conectar a las empresas con la comunidad científica.
Un estudio del Banco Mundial en 2015 reveló que el 92% de las empresas en LatAm no invierte en Investigación y Desarrollo debido a sus altos costos en tiempo y dinero. Ante este contexto, Ligo busca solucionar esta necesidad que beneficia tanto a la iniciativa privada como a la comunidad científica.
La plataforma está diseñada para que funcione como un marketplace donde las empresas publican retos que busquen solucionar diferentes necesidades de su industria. Por ejemplo, una empresa de bebidas que quiera desarrollar un bioplástico para sus empaques, publica el reto y conecta con un científico que la ayude a llevar a cabo el proyecto. Este esquema reduce costos para la empresa y apoya al científico de manera importante. Ligo está diseñada para atender proyectos en áreas de investigación de Biotecnología, Medio Ambiente, Nanotecnología, Energía, Salud, Digitalización, Economía Circular e Innovación.
Aunque aún no se lanza de manera oficial, la plataforma se encuentra a un 80% de desarrollo y esperan tenerla lista para finales de este año. Sin embargo, el equipo de Ligo ya está comenzando a establecer conexiones.
«Por el momento estamos desarrollando casos de éxito. Estamos haciendo lo que hará la plataforma, pero de forma manual. Esto nos ayudará a que otras empresas se sumen en un futuro.»
Actualmente Ligo ya estableció conexiones, entre ellas: la vinculación entre el ITESO y el PIT Policy Lab en cuestión a la tecnología de interés público y la conexión de Agrocol, una empresa de fertilizantes orgánicos, con Rancho Nexo, una empresa de distribución de tecnología agrícola. Por otro lado, Ligo lideró el vínculo entre Apala Group, una empresa basada en San Francisco dedicada a la descarbonización, con especialistas de eficiencia energética, para desarrollar productos más atractivos para sus clientes.
Para potenciar su desarrollo, Ligo acaba de entrar al programa Explore de Latitud, la importante aceleradora de negocios en tecnología. En sus planes a corto plazo buscan levantar una ronda pre-semilla para seguir desarrollando el ecosistema digital de Ligo, realizar un buen lanzamiento de marketing y crear más alianzas.
«Queremos crear una cultura donde futuras generaciones quieran ejercer como científicos o científicas y donde las empresas puedan integrar la investigación y desarrollo desde una etapa temprana. La idea de Ligo es democratizar la ciencia.»
Ana Ortiz, cofundadora de Ligo