Después de un periodo sostenido de crecimiento y de validación de un modelo de negocio, buena parte de las empresas en crecimiento comienzan a pensar en una oferta pública de venta (IPO por sus siglas en inglés) para capitalizarse a través del mercado bursátil. Salir a IPO es un proceso sumamente institucional, por lo que debe hacerse con profesionalismo y considerando un plan claro de IPO Readiness para tener claros los pasos a seguir así como el objetivo.
El mercado bursátil está cada vez más competido y el proceso de oferta pública de venta puede ser complejo. No obstante, para que la salida a bolsa sea un movimiento favorable es indispensable que cualquier compañía considere una IPO Readiness Assessment.
“Se trata de una evaluación formal de qué tan lista está la empresa para esa oferta pública de venta y así evitar caer en las estadísticas de fracaso. Ese análisis debe ser una piedra angular sobre la que se basarán los movimientos de la compañía que busque consolidarse a través de esta herramienta de capitalización”, explica Guillermo Cruz, Managing Partner de Maquia Capital, grupo financiero especializado en activos alternativos y fondos de inversión que busca la bursatilización de empresas mexicanas y latinoamericanas
Para cualquier empresa que esté considerando comenzar una IPO Readiness Assessment, con miras a una oferta pública de venta, debe comenzar por tomar en consideración cinco puntos básicos para que su salida a venta sea inigualable.
- Evaluar la pertinencia de una IPO
“Parece obvio decirlo, pero no es así: el primer paso no solo con una IPO, sino con cualquier estrategia es evaluar su viabilidad. Tener claridad sobre qué es lo que se busca con la IPO y si en efecto es la mejor forma para conseguir el objetivo”, agrega Jerónimo Peralta, Managing Partner de Maquia Capital.
Actualmente existen alternativas más flexibles para una IPO, como el modelo de SPACs, que no requiere el mismo proceso de burocracia para una capitalización a través de una salida a bolsa como tal.
- Fortalecer la capacidad del liderazgo
El proceso previo a una IPO puede llevar entre 18 y 24 meses para concretarse. Cualquier empresa que pretenda seguir este camino debe tener liderazgos fuertes dispuestos a trabajar arduamente en medio de altibajos: evaluando, analizando y ejecutando medidas necesarias en casi todas las áreas de una empresa para llegar a la oferta pública. Apostar por el fortalecimiento y aprendizaje de líderes en la compañía es un punto ideal para comenzar una IPO Readiness Assessment.
- Analizar el contexto de la empresa y el mercado
“Cualquier empresa que busque una IPO debe entender que el desarrollo de la Readiness Assessment se dará en paralelo a cambios en la industria y el mercado, así como en el interior de la empresa”, apunta Cruz.
La única manera de llevar a buen puerto una IPO es que la evaluación de la misma contenga un entendimiento único y exhaustivo de los contextos en los que se realizará.
- Robustecer las finanzas y la transparencia
La complejidad del proceso de una IPO implica una solidez considerable para la empresa que la esté buscando. En el Readiness Assessment se tendrán que hacer todos los ajustes necesarios para que prevalezcan los principios de gobierno corporativo en la compañía: finanzas fuertes, administración impecable y transparencia, tanto al interior como al exterior.
- Pensar en la sostenibilidad a largo plazo
“Un error que se da con frecuencia es pensar en la IPO como el fin último de la empresa. Sin embargo, una salida a bolsa exitosa no es más que el comienzo de una nueva etapa para la empresa y por lo mismo, una Readiness Assessment debe establecer un plan de crecimiento y sostenibilidad de ese desarrollo en el largo plazo, para que los desbarajustes del mercado bursátil o cambios en la industria no tengan un impacto significativo en la compañía”, concluye Jerónimo Peralta de Maquia Capital.
