Cultura organizacional, clave para afrontar los desafíos empresariales del 2022
Construir la cultura organizacional debería ser una prioridad para todas las empresas en América Latina. Los hábitos, las rutinas y los rituales -los aspectos que verdaderamente construyen dicha cultura- son un elemento transversal que puede llevar a los líderes a impactar a la organización de forma positiva, fortalecer la marca empleadora y afrontar los desafíos que se les presentan a las áreas de talento humano en este 2022.
“Pensar hoy en día en la cultura organizacional solamente desde el área de recursos humanos es un grave error. La cultura viene dada desde las cabezas de la empresa y es el área de talento humano junto con esos líderes quienes deben ser responsables de llevar su implementación en la organización”, dice Santiago Morales, director de Marketing en Talentu, plataforma de talento que viene revolucionando la forma de reclutar y resolver los problemas de retención de las organizaciones.
De la cultura organizacional se desprende la misión y el propósito de la empresa. Y gracias a esa cultura se puede entender cómo se vive el día a día e incluso por qué se toman ciertas decisiones. Por eso, se trata de un aspecto que puede impactar positivamente en la escasez de profesionales, el desarrollo de habilidades y la adopción tecnológica en los recursos humanos, los actuales desafíos de las empresas en materia de talento.
Para Talentu, el buen talento siempre ha sido escaso, pero en los últimos años existe una competencia muy fuerte por reclutarlo. En ese sentido, las habilidades de liderazgo, resiliencia y adaptabilidad son claves para brillar en lugares donde otros no lo hacen, y el conocimiento en desarrollo de software es la joya de la corona en el talento que requieren hoy las empresas. “Si usted es reclutador, debe estar pensando seriamente en qué está haciendo por su marca empleadora”, agrega Morales, apuntando a las acciones que las empresas realizan para hacerse atractivas ante los profesionales y que comienzan desde la propia cultura.
Ahora bien, pretender encontrar un profesional con todo lo que un determinado puesto de trabajo requiere es una tarea imposible. Por eso, las empresas deben ser conscientes de dónde intervenir para desarrollar las habilidades y el conocimiento necesario que lleven al profesional y a la propia empresa al éxito. Así, el desarrollo profesional constante también puede incentivarse desde la cultura organizacional.
“Muy pocos están preparados para enfrentar los retos del mundo laboral… Algunos tienen más conocimientos y otros tienen más habilidades, pero la experiencia solo se da a la hora de trabajar. Por lo tanto, las empresas tienen que entender qué hay en el mercado y cómo ayudar a esos futuros colaboradores a desarrollarlos”, explica Morales.
Y es que el talento es la base del éxito de las empresas. Pero si se quieren lograr los rendimientos soñados, no solo se debe invertir en buenos salarios sino también en la tecnología y su adopción cultural para facilitarle al equipo de recursos humanos encontrar, seleccionar, reclutar, entrenar y medir el mejor talento para la organización. “Después de dos años de pandemia, todas las áreas de las empresas han asumido algunas herramientas tecnológicas necesarias. Pero ¿qué pasó con las áreas de RR. HH.? Muchos aún piensan que una bolsa de empleo es toda la tecnología que se necesita, pero esto dista mucho de la realidad”, agrega el director de Marketing de Talentu.
Recomendaciones para construir una cultura organizacional acorde con el 2022
Desarrollar la cultura organizacional en la empresa no es una tarea sencilla porque es algo que se crea con el día a día. Desde Talentu comparten una serie de recomendaciones para implementarla con éxito:
Hay que tener claro cuál es el propósito y objetivos de la empresa, su misión, los valores al interior de esta. Sin estos elementos claros y coherentes no podremos establecer una cultura organizacional.
Una vez interiorizado esos puntos, hay que identificar quiénes son los líderes de la organización que le pueden ayudar a bajar estos propósitos y valores al resto de los equipos. Se trata de líderes que están a todo nivel de la organización, que no son solo directores o gerentes sino también otros colaboradores que son líderes natos y se sienten identificados con la empresa y su propósito.
Posteriormente, es necesario establecer un punto de partida para dar conocimiento a toda la empresa del norte a tomar. Se pueden realizar actividades periódicas para chequear el conocimiento de los objetivos, valores y propósitos.
Por supuesto, generar una medición constante de estas comunicaciones y el impacto que tienen en los colaboradores es fundamental. Además, se pueden otorgar premios o incentivos a aquellos profesionales que adopten las nuevas costumbres.
Por último, hay que escuchar constantemente a los trabajadores para identificar cómo se pueden mejorar ese tipo de actividades, cómo se sienten con esos valores y por qué los ayudan a lograr el propósito de la empresa. “Dele tiempo al tiempo, la cultura no se crea de un día para otro”, sentencia Morales.
Pero ¿cuál debe ser el rol de los líderes y colaboradores para el desarrollo de una cultura organizacional acorde a los desafíos del 2022?
Para Talentu, es claro que la implementación de la cultura organizacional es un trabajo de todos: tanto líderes como colaboradores deben ser parte integral del proceso y solo en sincronía se puede ayudar a lograr el objetivo. “Los líderes deben establecer el camino inicial, el porqué y el a dónde. Deben establecer los parámetros de medición e identificar quiénes son los jugadores clave para transmitir el mensaje. Al mismo tiempo, deben entender cuáles son los estímulos para lograr el cambio en la cultura de la empresa”, concluye Morales.
Así que mientras la cultura organizacional se desprende de los líderes y es implementada por el área de talento humano, son los trabajadores quienes tienen la responsabilidad de construirla, consolidarla y compartirla a diario para lograr los objetivos de la empresa.