¿En qué se fijan las SPAC para fusionarse con otras empresas?
- Las SPACs son un modelo de crecimiento que permite listar empresas, sin pasar por la burocracia que implica una OPI.
- A pesar de que este modelo es ideal para startups existen ciertos criterios que consideran antes de decantarse por un proyecto.
- De acuerdo con Maquia Capital, la escalabilidad y el gobierno corporativo son algunos de los aspectos en los que se fijan las SPACs.
Las Compañías de Adquisiciones de Propósito Especial (SPACs por sus siglas en inglés) han representado un modelo de crecimiento interesante para las startups a lo largo de los últimos años. A través de compras y fusiones, lo que consiguen estas compañías especiales, es apoyar a clústers de negocios para crecer y desarrollarse, al salir a bolsa sin la necesidad de pasar por la burocracia que implica una Oferta Pública Inicial (OPI).
“No es fortuito que las SPACs hayan generado tanta tracción en años recientes. Se crean con el único propósito de comprar o fusionar otras empresas para consolidar a varios jugadores de un sector o industria. Lo que se vuelve algo altamente atractivo para las startups que tienen una idea o producto innovador y que están considerando dar el siguiente paso para impulsar su proyecto en un escala internacional”, explica Guillermo Cruz, Managing Partner de Maquia Capital, proyecto que impulsa la bursatilidad de las empresas mexicanas para que coticen en la bolsa de Estados Unidos.
Considerando que éste es un modelo que puede potenciar el crecimiento de una compañía en pleno desarrollo, Maquia Capital señala algunos de los aspectos en que se fijan las SPAC para fusionarse con otras empresas.
Crecimiento a la vista. Aunque los SPACs pueden impulsar a un negocio, la realidad es que también están buscando a las empresas emergentes o que al menos tengan oportunidades amplias de poder hacerlo en el mediano plazo. La escalabilidad de un proyecto al interior de un sector es fundamental para que una SPAC considere una fusión.
Estructuras de gobierno corporativo. Con frecuencia, las startups en medio de procesos de curva de aprendizaje soslayan la importancia de consolidar la arquitectura administrativa de su empresa. Sin embargo, para una SPAC, dado que gestionará a diversas empresas simultáneamente, es importante que el negocio que será adquirido esté familiarizado con estructuras de gobierno corporativo; en suma, que cuente con altos índices de transparencia (al interior y al exterior) y sepa reportar a un Consejo de Administración.
Liderazgo notable. “Quizá lo más importante para una SPAC es que la empresa que tiene entre miras sea dirigida y administrada por un equipo excepcional. Es decir, un liderazgo que a todas luces destaque en su sector y que tenga capacidad de maniobrar para sortear los obstáculos que vienen con el crecimiento y expansión de un negocio. Al final del día, lo que pretende una SPAC es posicionar a una serie de jugadores disruptivos en una industria y para ello es indispensable escoger a los mejores talentos”, añade Jerónimo Peralta, Managing Partner de Maquia Capital.
Sistemas financieros sólidos y transparentes. Por último, las SPACs se fijan particularmente en empresas cuyas administración y operación sean impecables. Los números lo dicen todo y, en ese sentido, este modelo de fusión y compra es uno que privilegia la solidez financiera para que pueda ser comunicada amplia y abiertamente. Sin registros claros y bien sistematizados, difícilmente una SPAC se fijará en ese target.
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