Perfekto, la startup mexicana que brinda una segunda oportunidad a los alimentos desperdiciados
Probablemente eres de las personas que no compran jitomates abollados, pepinos curvados y plátanos despencados o manchados solamente por su apariencia física. ¿Cierto? Este hábito de consumo es una de las principales razones que provocan el desperdicio del 45% de las frutas, verduras, raíces y tubérculos que se producen a nivel mundial, ocasionando un grave problema de desperdicio de alimentos, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Ahora estos productos tienen una segunda oportunidad para ser consumidos a través de Perfekto. Se trata de una foodtech mexicana fundada por Anahí Sosa y Jan Heinvirta, que brinda servicio de supermercado a domicilio bajo un modelo de suscripción, y que te permite recibir cada semana o quincena una caja con frutas y verduras frescas de temporada directamente del campo.
A diferencia de otras empresas que también llevan frutas y verduras a domicilio, la propuesta de valor de Perfekto se enfoca en el food waste y en la calidad del producto. Para cumplir con esta promesa de valor, la startup le compra a productores locales los alimentos que tienen imperfecciones en cuanto a forma, color y tamaño, mismos que no logran vender a comercios minoristas como supermercados por su apariencia. Sin embargo, están en buenas condiciones y óptimos para consumirse.
Los productos se trasladan del campo a un almacén que los emprendedores tienen ubicado en la Ciudad de México. Ahí se preparan los pedidos y se distribuyen a diferentes zonas de la capital mexicana, la única cobertura que tienen actualmente. Anahí explica que todos los alimentos pasan por una revisión exhaustiva en el almacén para asegurarse de mantenerlos frescos, libres de plagas y con las medidas sanitarias.
Gracias a esta estrategia, los productos están más cerca del cliente, se apoya el consumo local, contribuyen a la economía de los productores, disminuye el impacto ambiental que genera la comida que termina en basureros, y se reduce la merma. Hasta la fecha han recuperado más de 32 mil kilos de frutas y verduras, una cifra que esperan duplicar en el corto plazo.
Combatir el food waste
Anahí y Jan fundaron esta empresa en enero de 2021, y aunque surgió en tiempos de pandemia, aprovecharon el auge de los pedidos online de alimentos y abarrotes en México para abrirse paso en el mercado. Estos emprendedores no se conocían, pero el destino los encontró en el mismo camino. Al darse cuenta de que los dos tenían planes de emprender por primera vez y un interés muy particular en reducir el desperdicio de alimentos, decidieron sumar esfuerzos para darle vida a Perfekto.
Antes de hacerlo, Anahí fue parte de Uber en donde lideró la compra de Cornershop y su lanzamiento en Costa Rica. Trabajar en esta big tech le permitió adquirir habilidades en temas de customer experience y operaciones, expertise que le ayudó en el lanzamiento de la startup. Sin embargo, después de cinco años renunció a su empleo para dedicarse de tiempo completo a este emprendimiento junto con Jan.
El emprendedor de origen suizo también tenía experiencia en el lanzamiento y operación de empresas, pues encabezó la apertura de la fintech Sonect en México y su expansión en América Latina. Al igual que Anahí, renuncio a su trabajo para comenzar la aventura del emprendimiento.
Los dos emprendedores han estado involucrados en la problemática del food waste desde hace tiempo. Anahí es testigo de que los clientes de su padre, quien es productor de cítricos, le rechazan una gran cantidad de limones por su tamaño, por ser de cáscara amarillenta o por tener semillas. A veces tiene que donarlos o usarlos para consumo personal. Mientras tanto, Jan se dio cuenta de la gran cantidad de comida que se desperdicia en restaurantes cuando era mesero en uno de estos negocios.
Esta situación fue un motivador para emprender Perfekto. Arrancaron con fondos propios y con los recursos que tenían en la mano. Crearon un producto mínimo viable (MVP por sus siglas en inglés) y utilizaron el departamento de Jan para preparar los primeros pedidos. Al principio hacían de todo. Buscaban a los proveedores, iban al campo por los productos, armaban las cajas con alimentos y hacían las entregas. A esta estrategia se le conoce como bootstrapping y la adoptaron en Y Combinator, en donde se aceleraron y recibieron su primera ronda pre-seed de inversión de 600 mil dólares.
Al principio el modelo de negocio se enfocaba en aprovechar los desperdicios de comida en los restaurantes. Sin embargo, se dieron cuenta que el problema se genera mucho antes de que los alimentos lleguen a los comensales. “Entendimos que gran parte del desperdicio se produce por un mal manejo en la cadena de suministro y por la forma en que discriminamos los alimentos por su aspecto físico”, dice la emprendedora.
Por ejemplo, los tomates llegan a aplastarse en los camiones durante el traslado o las naranjas se golpean mientras se depositan en las cajas. Es cierto que una parte de esta mercancía queda inservible, pero otra puede recuperarse y es precisamente la que rescata Perfekto. Aunque son imperfectas por fuera, están perfectas por dentro para consumirse. De ahí viene el nombre de la startup.
Con esta propuesta de valor, Anahí y Jan planean cumplir el propósito de este emprendimiento: Reducir el desperdicio de alimentos en México. Un país donde cada año se desperdicia más de 20 millones de toneladas de alimentos, mientras que 27 millones de mexicanos padecen hambre y dificultades para acceder a la canasta básica, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Los retos de emprender una foodtech
La startup apenas lleva 12 meses operando y ya logró posicionarse en el mercado. Sin embargo, alcanzar este éxito no ha sido una tarea sencilla de lograr. Uno de los retos fue romper el status quo en una industria que parecía no cambiar pero que poco a poco está evolucionando con la innovación y digitalización que las foodtech de México y Latam han desarrollado en los últimos años.
Anahí explica que se han enfrentado a los estereotipos que existen alrededor de los alimentos, ya que muchos consumidores asumen que tienen mal sabor o están echados a perder por no tener una apariencia “bonita”. “Nuestros estándares de calidad son muy diferentes a los de la industria”, dice la emprendedora, “es importante que dejemos de juzgar y pensar que el aspecto físico está ligado a un tema de valor”.
La logística es otro de los retos operativos que implica emprender una foodtech cuando involucra distribución y envíos a domicilio, uno que Anahí no esperaba encontrar pero que les aportó mucho aprendizaje. Tuvieron que sentarse a idear cómo trasladar los productos del campo a su almacén, mantener su frescura, planear rutas y definir los días de entrega.
¿Cómo lo enfrentaron? Con tecnología para optimizar las operaciones y mejorar la experiencia del cliente. Al igual que muchas empresas, Perfekto opera bajo un modelo de data driven, un término que comúnmente se le asigna a las empresas que toman decisiones basadas en datos. “Tratamos de que sea un onboarding muy sencillo, y para esto capturamos información con las preferencias de los clientes, planeamos rutas más eficientes, se hace un crackeo para saber el tiempo y estado de las entregas”, dice Anahí.
La emprendedora explica que la tecnología es una herramienta que ayuda a escalar y mantener el nivel de servicio. Sin embargo, advierte que debes tener cuidado porque si la empresa no logra operar a la misma velocidad que escala, no podrás atender la demanda y la empresa puede llegar a “morir de éxito”. “De nada sirve tener a muchos clientes que quieren probar tu producto o servicio si no puedes atender la demanda”, agrega.
A aquellos emprendedores que planean abrir una foodtech les advierte que deben prepararse con buen funding, ya que son negocios que requieren mucho capital para iniciar. Ya sea que arranquen con fondos propios o busquen inversión en una etapa más avanzada. El venture capital tiene un interés particular en las foodtech latinas, aunque la inversión que recibe este sector sigue siendo baja. En conjunto, estas empresas han recibido 1,700 millones de dólares en 206 rondas de inversión en los últimos 10 años, de acuerdo con datos de Endeavor.
El diferenciador clave
Aunque Perfekto es una startup de reciente creación, está tomando fuerza en el mercado, aún cuando existen competidores indirectos como Cornershop o Walmart que atienden la misma demanda de consumo pero de diferente manera. Mientras estas firmas venden frutas y verduras casi impecables, Perfekto se enfoca en el food waste. “Estamos ganando mercado al rescatar los productos que ellos no comercializan”, afirma Anahí.
Pero lejos de ver una competencia, Anahí percibe una oportunidad para sumar esfuerzos y lograr un impacto más grande. “Para nosotros sería una gran noticia que las cadenas comercialicen este tipo de productos, porque quiere decir que el food waste se va reduciendo. Al final es nuestro propósito. Y si el mercado se acaba, ya encontraremos algo más que ofrecerle a los clientes”.
Con esta visión y capacidad de ejecución, Anahí y Jan esperan seguir avanzando con pasos firmes en los próximos meses. Entre los proyectos a futuro contemplan agregar a su oferta de productos alimentos enlatados con abolladuras, cajas de cereal con empaques dañados, barras de chocolate y artículos que están a poco tiempo de expirar.
Por ahora el plan no es tener un crecimiento agresivo en cuanto a número de suscriptores, sino más bien enfocarse en los 600 clientes que ya tienen y mejorar la experiencia del servicio para fidelizar su consumo. Además, se están preparando para su siguiente seed round con la que esperan darle a la empresa el impulso que necesita para volar más alto.