Cualquier empresa, ya sea en sus etapas tempranas, o una ya consolidada en el mercado, trabaja por medio de objetivos, los cuales guían los esfuerzos de los diferentes miembros del equipo, para lograr una meta. Si bien el trabajo por objetivos es esencial para el éxito de cualquier empresa, muchas veces puede dificultarse su ejecución por la forma en que se maneja la información. Un equipo bien informado, y con objetivos y metas claras será el ingrediente principal para que dichas metas se cumplan en tiempo y forma.
Uno de los problemas que muchas empresas enfrentan en el día a día es el poco compromiso de los integrantes en los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Muchas veces este problema ni siquiera es una falla de motivación o de compromiso por parte de los colaboradores, sino una falla de comunicación. Si bien los coordinadores de los proyectos conocen la totalidad de los mismos, y en su labor comparten la información necesaria con su equipo, en ocasiones, lo que ocurre en un equipo es desconocido por los demás, o incluso algún miembro del equipo puede desconocer lo que hacen otros en colaboración, lo cual complica el tener un panorama grande de lo que se está realizando.
Para resarcir este problema contamos con las herramientas de la comunicación organizacional, corporativa o interna, como también se le conoce. Un especialista de comunicación organizacional enfoca sus esfuerzos a asegurar que la información fluya de manera correcta y eficiente en el interior de una organización, para obtener un mejor nivel de compromiso y construir una cultura organizacional adecuada. Una de las prerrogativas de la comunicación organizacional es que la información no puede solamente entregarse, más bien debe gestionarse, y entregar a cada miembro los datos que necesita para realizar su labor, y comprometerse con los objetivos.
Si bien muchas veces se considera a la comunicación organizacional como una herramienta de integración social y emotiva, en realidad tiene un potencial mucho más amplio. Un boletín, un pizarrón de avisos, una campaña de newsletter ayudan a que los miembros del equipo se integren y se conozcan, pero no es del todo suficiente. Los boletines, por ejemplo, deberán aportar también información del estado de la empresa, sus logros obtenidos, las metas aún por alcanzar, y sus áreas de oportunidad. Igualmente, una campaña de e-mail ayudará a mantener un canal de comunicación abierto, por medio del cual todos los colaboradores se sientan integrados al proyecto total, y no solo a las labores que realizan.
Para ejecutar una buena campaña de comunicación organizacional, que de preferencia sea permanente, es necesario contar con un equipo experto en comunicación y diseño, para diseñar, ejecutar y evaluar los mensajes emitidos al público interno de la empresa. Este trabajo especializado implica dar importancia no solo a los objetivos de la empresa, sino también a los individuos que han de lograrlos, con el fin de generar una cultura organizacional que vea tanto por la empresa, como por las personas, y de esa manera, crear una verdadera comunidad.
