Soy comunicólogo. Para muchas personas esto no es la gran cosa, al contrario. Sin embargo, conforme pasa el tiempo, yo me convenzo más de la necesidad que tenemos las personas y las organizaciones de una buena comunicación.
La comunicación es la transmisión de mensajes y la más importante de todas, es la que transmite lo que somos a los demás. Esto aplica tanto a nivel personal como a nivel organizacional.
Poniendo en práctica esta convicción, desde que comenzamos Fundación Vuela hemos destinado gran cantidad de tiempo, atención y recursos a la comunicación de nuestra organización. Hoy, 10 años después puedo asegurar que ha valido la pena.
Si algo es común en el tercer sector, es que las organizaciones sociales no hagan lo necesario para que su comunicación sea de primer nivel. Hay varios motivos para esto.
Mito # 1: La comunicación de una fundación no es importante
El primer mito, es que hay un total desconocimiento en los emprendedores sociales y en los consejos de las Fundaciones para ponerle atención a esta área. A veces se cree que la comunicación o el diseño es algo de sentido común que se puede delegar a un becario o a “la sobrina que es buena con la computadora” o también puede pensarse que lo único que importa es el fondo, no la forma.
El New York Times hace unos años aseguraba que “cualquier pasta de dientes se promociona con mucha más sofisticación que las necesidades sociales más grandes del mundo”. Esta es la triste realidad. No prestamos atención al marketing de nuestras organizaciones cuando puede ser lo que ayude a catapultar nuestro impacto social más que cualquier otro punto de nuestro plan estratégico.
Si le dedicamos un poco de nuestro tiempo a pensar en esta excusa, nos daremos cuenta que es totalmente falsa. Porque mientras creemos que para nuestra organización, el branding no es importante, estamos perfectamente conscientes de que marcas comerciales como Coca-Cola, McDonalds, Apple y Nike han construido su éxito sobre su posicionamiento en la mente de las personas.
Por eso, antes de pedirle a tu sobrino que haga algo en power point, explora las posibilidades que hay de que una persona con conocimiento, talento y experiencia te ayude a diseñar el branding y la comunicación de tu organización.
Mito # 2: La comunicación de una fundación es un gasto innecesario o un lujo
La segunda razón para no invertir en comunicación es que puede existir la creencia de que el marketing y la publicidad en una fundación son lujos. Que no vale la pena dedicar ningún recurso a esto, después de todo, “los recursos con los que trabajamos son limitados y más importante, son donados. Mejor destinarlos directamente a los beneficiarios o programas”.
A primera vista, este razonamiento suena lógico. Sin embargo, si ahondamos en él nos podemos dar cuenta que esta es una mentalidad de escasez y no de abundancia y que además tiene una visión a corto plazo. La comunicación y el posicionamiento de marca es una inversión a largo plazo. Un logotipo no tendrá una rentabilidad inmediata y un solo anuncio en Instagram nunca logrará atrapar a miles de donadores.
Pero cuando construimos una marca a través del tiempo, en muchas plataformas y con contenidos inspiradores, tarde o temprano la estrategia va a redituar. Hoy en Vuela recibimos llamadas y mensajes de donadores espontáneos que nos conocieron gracias a los esfuerzos de comunciación que hemos hecho durante años.
Mito # 3: La comunicación es cara y difícil
El tercer mito, es que pensamos que puede ser muy caro y difícil construir una marca social del mismo nivel y calidad de una marca comercial.
Alguna vez escuché a Scott Harrison, presidente de Charity: Water, una de las organizaciones sin fines de lucro más importantes de Estados Unidos, decir que para crear una lovemark no es necesario un millón de dólares, sino alguien con buen gusto.
Esto es totalmente cierto. Hoy en día hay tantas herramientas de fácil acceso que lo único que se necesita es crear un plan de comunicación y comenzar a poner tu marca allá afuera.
Hay diseñadores, mercadólogos y comunicólogos que están dispuestos a hacer el branding y la publicidad de una organización de manera probono. ¡Qué mejor que un proyecto de identidad gráfica de la carrera de diseño gráfico sea uno en el mundo real para ayudar a una causa social! O puede ser un salón de mercadólogos que te ayuden a crear un plan de marketing sobre el cual te bases año con año para crear contenido y difusión para tu fundación.
Pide a un académico que conozcas que te ayude a organizarlo, seguro estará contento de hacerlo.
Después de varios años de trabajar en proyectos sociales y en concreto, en el área de comunicación de los mismos, puedo asegurar que nada es más falso que estos mitos. La marca y la comunicación de una organización importan y mucho. Y darle la importancia que merece es más fácil de lo que imaginamos, pero eso no quita que debemos dedicarle el tiempo y recursos que necesitan.
Si lo haces, tendrás resultados. El reconocimiento, confiabilidad e impacto de tu organización aumentará dramáticamente. Si lo hacen las mejores start-ups, ¿por qué no hacerlo nosotros también?
