La fusión de la industria financiera digital y telecom está impactando a sus usuarios
La pandemia de COVID-19 puso los reflectores sobre las desigualdades que afectan a la población mexicana. Las medidas derivadas de la emergencia sanitaria evidenciaron -entre otros aspectos- la amplia brecha digital y financiera que existe en el país. Esto significa que no todas las personas están conectadas a internet y la mayoría no tiene acceso a productos financieros, factores que afectan el desarrollo humano.
Cerrar con estas brechas es imprescindible para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la Organización de las Naciones Unidas. Entre estos objetivos se encuentra poner fin a la pobreza, trabajo decente y crecimiento económico, reducción de desigualdades y desarrollo de innovación, infraestructura e industria. A pesar de las políticas que se han implementado, México aún está lejos de conseguir el resultado esperado.
Dentro de este panorama, la industria financiera digital ha logrado contribuir de manera relevante, ya que sus soluciones atacan y resuelven algunos de estos objetivos. Según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), solamente el 76.5% de la población tiene acceso a una sucursal a una distancia menor de cuatro kilómetros. Pero a través de las fintech, más personas pueden acceder a este tipo de servicios y productos.
“En México 7 de cada 10 adultos no tienen acceso a crédito y apenas poco más de la mitad tienen una cuenta bancaria. Sin embargo, gran parte de la población cuenta con un teléfono inteligente. Las fintech pueden hacer más flexible la accesibilidad y disponibilidad de estos servicios, pero para que las personas puedan usar las plataformas necesitan estar conectadas a internet. Este es un gran desafío. Por medio de la fusión del sector financiero digital y de telecomunicaciones se puede amplificar el efecto para lograr una mayor inclusión financiera. De esta manera las personas tienen datos móviles para revisar su cuenta o realizar algún movimiento siempre que lo necesiten”, señala Modesto Gutiérrez, Co founder y Presidente de Miio, el primer Telcobank de México y América Latina.
Las fintech ofrecen diversos productos y servicios: desde cuentas de ahorro, créditos personales o empresariales hasta plataformas para que los usuarios aprendan a administrar su finanzas de mejor manera. Este sector está rompiendo paradigmas al involucrar a través de sus soluciones a los sectores menos favorecidos de la población y brindan alternativas para incluirlos financieramente.
En este sentido, el sector de servicios financieros digitales es un aliado clave para cumplir con los objetivos de sostenibilidad y un actor fundamental en la transformación del sistema financiero.
“No debemos olvidar que para lograr reducir la desigualdad y la pobreza es imprescindible aumentar la inclusión financiera y cerrar la brecha digital. Es decir, conseguir que la gente de poblaciones vulnerables tengan acceso a más y mejores oportunidades. La inclusión financiera puede facilitar el ahorro, ayudar a gestionar de mejor manera las finanzas personales o contar con un seguro médico, por ejemplo”, afirma el Presidente de Miio.
La irrupción de las fintech en el ecosistema financiero mexicano podría acelerar el cierre de esta brecha financiera. Sin embargo, el principio de inclusión e innovación financiera se puede quedar como un buen deseo si no se acompaña de los elementos que puedan lograr su ejecución.
Los retos para impactar a más usuarios
Según el Reporte de Inclusión Financiera 2018, elaborado por la CNBV, el 56% del total de la población no tiene una cuenta formal de ahorro. Este indicador revela que un porcentaje amplio de personas no tienen las herramientas para poder cuidar de su dinero y tener planeación para afrontar imprevistos. Las fintech pueden ayudar a los usuarios a cumplir con sus metas de ahorro, gestionar sus cuentas, controlar gastos, además de solicitar créditos.
La fusión de las industrias fintech y de telecomunicaciones ha tenido grandes resultados en otros lugares del mundo. La experiencia de M-Pesa y Orange en África y Europa ha democratizado el acceso de poblaciones vulnerables a servicios financieros, además de ayudar a disminuir la brecha digital. En México se han dado algunos pasos hacia adelante, sin embargo, todavía quedan varios retos por delante para impactar a una mayor cantidad de usuarios:
- De acuerdo con el Censo de Población 2020, en México todavía hay un 48% de la población que no tiene internet. Tener conexión a internet permite un mayor acceso a información, mayor conectividad entre personas y reducción de costos en el sector laboral.
- Por el contrario, no estar conectado profundiza la desigualdad. La brecha digital se traduce en incomunicación, barreras para estudiar y adquirir conocimiento, se acentúan diferencias sociales, entre otras consecuencias.
- Para que más personas cuenten con servicios financieros digitales es necesario que tengan una conexión a internet. Así los usuarios pueden revisar sus cuentas, realizar operaciones o recibir atención 24/7 en el momento que lo requieran.
- La unión entre la industria de servicios financieros digitales y telecomunicaciones puede ayudar a hacerle frente a esta situación en dos flancos. Por una parte, la gente puede tener internet en sus teléfonos celulares y, a la vez, contar con una plataforma financiera.
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