Cuando estás por empezar un negocio o ya tienes algunos años con él, lo más importante es que tengas ciertos conocimientos que te permitan operarlo de la manera correcta. Para aquellos otros temas que no están relacionados con su operación, lo más sencillo será que se contraten personas expertas que se encarguen de ellos.
Creo que así funciona cualquier negocio; sin embargo, el dueño o los directores deben de tener conocimientos básicos sobre aspectos importantes que les permitan planear y desarrollar estrategias de la misma operación o del crecimiento del negocio.
Uno de estos conocimientos básicos debe ser la propiedad intelectual. Con ello, tampoco me refiero a conocerla en su totalidad, ya que eso será responsabilidad del área legal, financiera o de mercadotecnia (esto depende de quien se hace cargo dentro de la empresa), pero sí deben contar con nociones sobre que puede protegerse, registrarse o explotarse.
Para esto me gustaría explicártelo de la siguiente manera:
“Lo que el cliente ve y lo que no”
A modo de explicarlo de una manera sencilla, pondré algunos ejemplos. El primero será la compra de un automóvil para referirnos a la explotación de un producto, y el segundo la operación de un restaurante para referirnos a la explotación de un servicio.
- Compra de un automóvil
El fin de semana decides ir a una agencia de coches porque durante toda la semana estuviste viendo en redes sociales un anuncio de cierta marca donde se ofrecía una promoción exclusiva del fin de semana.
En este caso tenemos a la marca del coche y el aviso comercial que se encuentra en la oferta del fin de semana. Estos dos elementos son visibles para los clientes y son propiedad intelectual.
Los demás elementos que existen pero que no vemos comercialmente, son las patentes, modelos de utilidad, diseños industriales y software del coche que quieres. Es decir, son protecciones con las que cuenta el producto que comprarás y que gracias a dicha protección (que es exclusiva) del que goza el dueño de esa tecnología o producto, adquirió confianza entre el consumidor y te llevo a comprarlo.
- Operación de un restaurante
Después de comprar tu automóvil decides ir a comer a algún lugar de moda. Digo que es el lugar de moda por toda la publicidad que también viste durante las últimas semanas.
Nuevamente, tenemos la marca del restaurante y posiblemente un aviso comercial que apareció en las redes sociales del lugar.
Llegando al lugar notas que la fachada tiene un diseño particular, el servicio es excelente y el platillo que pediste supo espectacular. Das tu reseña para que más personas vengan a conocerlo y pidan lo mismo que tú. La fachada del lugar puede ser protegible a través de una marca no tradicional de imagen comercial y la receta del platillo puede ser protegible por un secreto industrial.
Al final, durante ese fin de semana tuviste una interacción con: marcas tradicionales y no tradicionales, avisos comerciales, patentes, modelos de utilidad, diseños industriales, derechos de autor (en el caso del software) y secretos industriales. Todos estos diversos elementos de propiedad intelectual son activos intangibles para sus dueños y tienen un valor en el mercado.
Cuales serían entonces los conocimientos básicos que el dueño de un negocio debería saber acerca de la propiedad intelectual.
Mi recomendación sería el dominar las definiciones de cada una de las figuras señaladas en negritas. Esto te permitirá preguntarte si tu negocio aplica para todas o alguna de ellas, posteriormente el analizar si ya cuentas con registros o protecciones (los secretos industriales no se registran) y si debes llevar a cabo alguna acción por el momento.
