The Nest, un hub de proyectos tecnológicos multinacionales con sede en Morelia
En conversación con Carlos Mondragón, hoy de 47 años, resulta complicado poder cubrir todos los detalles sobre su trayectoria profesional y abarcar cada uno de los proyectos de innovación en los que se ha visto involucrado desde que lanzó su primer emprendimiento 18 años atrás.
Este ingeniero en electrónica por el ITESM y maestro en diseño industrial por la UNAM tenía una ascendente carrera dentro de una compañía de comunicaciones de origen sueco hasta que, junto con su esposa Mar Fuentes, tomaron la decisión de partir a Inglaterra para estudiar una maestría, él habiendo elegido el programa de E-Business en la Universidad de Westminster. Una vez graduados regresaron a México, esta ocasión a la ciudad de Morelia, donde en 2003 lanzaron Dos Líneas, una empresa que ofrecía integraciones de tecnología, desarrollo de páginas web y servicios para museos y exposiciones, la especialidad de Mar. Sin habilidades para vender, pocos contactos en la nueva ciudad y acostumbrados a ser empleados en urbes de mayor tamaño su proyecto fracasó, y tras quedar sin trabajo y enterarse de que estaban esperando a su primer hijo aceptaron la invitación de Sanam y Yussef, una pareja paquistaní que conocieron durante su estancia en Inglaterra, para hacer sus maletas, mudarse a Dubai e integrarse a su proyecto en 2004.
Después de dos años en el emirato, sin embajada donde poder registrar a su segunda bebé, sin cerveza que tomar a pesar del calor y sin haber podido hacer despegar el proyecto debido a la falta de enfoque, tomaron la decisión de regresar a Morelia donde Carlos consiguió un empleo como Asesor de Informática del gobernador del estado, Lázaro Cárdenas Batel, oportunidad que le permitió acercarse al sector de industrias tecnológicas.
Con apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Michoacán y la Secretaría de Economía a través del programa nacional PROSOFT y teniendo como organismo promotor al COECYT del estado, en 2007 se formó el Clúster de Tecnologías de la Información y Comunicaciones de Michoacán (CLUSTERTIM) con un fondo inicial, según el sitio oficial del organismo, de 38 millones 230 mil pesos aportados de manera tripartita entre los gobiernos federal y estatal y la iniciativa privada. A dos años de la formación del clúster, Carlos – que fue una pieza importante en la formación de este – menciona que cerca de la mitad de las empresas que estaban instaladas en el edificio eran comercializadoras y no realmente generadoras de productos tecnológicos.
La apuesta por el estado de Michoacán
Al concluir sus responsabilidades en el gobierno, Carlos funda en marzo de 2009 Digono junto con Juan Carlos Araujo, buscando desarrollar software desde Morelia, en su oficina del clúster. Mientras que sus primeros proyectos eran páginas web, comenzaron a ganar mercado en el desarrollo de web apps y se interesaron por aprender a desarrollar aplicaciones para la naciente industria móvil.
Un año después, en 2010, conocieron a Maurits Montañez y Julio Tinoco, o los “Manuvos” como les llamaban cariñosamente, e hicieron un acuerdo donde estos jóvenes de veintitantos años enseñarían a los socios de Digono a programar apps móviles a cambio de un espacio de trabajo dentro de su oficina en el clúster. Así, después de unos meses de colaborar y de reconocer la complementariedad de sus perfiles deciden formalizar la alianza tras haber conseguido en conjunto el proyecto de la app para iPad de la revista Este País.
A raíz de este suceso, Juan Carlos y Carlos ingresan a la sociedad de Manuvo, un emprendimiento dedicado a la creación y difusión de experiencias interactivas para industrias culturales, principalmente del área editorial, y con Carlos como CEO comienzan a crecer de manera acelerada en este nicho con proyectos para el Fondo de Cultura Económica (FCE), CONACULTA, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Larousse y otros organismos culturales, tanto nacionales como internacionales, llevándolos a incrementar su plantilla de 4 a 30 personas para 2011.
Internacionalización y diversificación como consigna
En ese mismo año Carlos y Juan Carlos aplicaron a techBA, un programa de aceleración de empresas tecnológicas mexicanas, auspiciado por la Fundación México-Estados Unidos para la Ciencia (FUMEC) y a través del cual ganaron una pasantía en Vancouver, Canadá. “La lección más valiosa que nos llevamos de este programa – menciona Carlos – es que si quieres aperturar un mercado internacional se requiere mucho conocimiento y lo más sensato es hacerlo mediante una asociación con un jugador local. Cuando nosotros lo descubrimos, ya era tarde para encontrar a alguien con quien hacerlo.”
Asimismo, entre 2012 y 2013, Carlos y sus socios conocen a Joel Bucio, quien después de un periodo en España regresaba a su natal Morelia y se encontraba abierto a escuchar oportunidades. Con Joel abordo echaron a andar la estrategia de diversificación mediante el lanzamiento de empresas hermanas que proveyeran servicios especializados de manera complementaria. De esta manera Joel se encargaría de liderar el desarrollo de Goose & Hopper, una agencia de marketing digital; Mar Fuentes estaría al frente de El Gabinete, con la premisa de generar proyectos que integraran la creatividad y la tecnología para museos y exposiciones; Azucena Pimentel, con experiencia en la producción transmedia, encabezaría AVA Media, para robustecer la oferta de servicios con producciones audiovisuales; el propio Carlos manejaría Freidora, una iniciativa que ofrecería cursos especializados y bootcamps sobre las diferentes áreas de expertise de las compañías; y Catalina Holguín, quien gestaría Manuvo Colombia, buscando oportunidades de desarrollo para el país andino.
Posteriormente, a partir de 2014 – y en gran medida gracias a la app “Blanco“ basada en la obra de Octavio Paz – obtuvieron mucha visibilidad con Manuvo y comenzaron a trabajar con diversos proyectos en Sudamérica, especialmente en Chile, mediante la alianza que forjaron con Juan Francisco Bascuñán, director de Planeta Sostenible; y participaron también en un concurso organizado por la Embajada Británica que les mereció el ingreso a un programa de incubación en Londres, un ecosistema maduro y lleno de oportunidades, pero que tuvieron que rechazar pues involucraba hacer maletas e ir a vivir a Inglaterra en un momento donde resultaba complicado para el equipo.
Sinergia y unificación de identidad
A finales de 2015, operando a través de Digono, Manuvo, Goose & Hopper, Freidora, El Gabinete y AVA Media surge la idea de conformar un “grupo” que unificara su identidad, valores y visión, y fue así como se crea NUU, que sin ser un holding o tenedora de acciones de diferentes sociedades se pensó más bien como un colectivo de empresas en industrias complementarias que compartían accionistas comunes y que generaban sinergias comerciales y de desarrollo.
Mediante Manuvo aplicaron en 2016 a un programa aceleración para emprendimientos de CultureTech de La French Tech, en Avignon, Francia, al que Carlos y Maurits partieron para constituir Manuvo Europe SAS e intentar levantar el proyecto con miras a la sostenibilidad.
El declive y la reorganización
En los años venideros el joven grupo debió tomar decisiones difíciles pues mientras algunas de las empresas continuaban teniendo nuevos proyectos y resultados positivos, como Goose & Hopper y El Gabinete, otras comenzaron a enfrentar dificultades. Tras bambalinas en Manuvo, un emprendimiento tan “sexy” y que daba tanto de que hablar – como Carlos describe – comenzaron a tener todo tipo de problemas: los proyectos eran cuantiosos, pero no frecuentes; Manuvo Europe vendió solamente un proyecto en año y medio; la dispersión geográfica no facilitaba la operación y la volvía muy costosa; sus flujos no ayudaban por lo que se vieron forzados a pedir prestado para afrontar la situación; y por todo lo anterior, tuvieron que despedir a un gran número de colaboradores. Finalmente, para 2017, Manuvo bajó la cortina, dividiéndose las marcas, submarcas y proyectos existentes entre los socios, y AVA Media hizo lo propio un año después.
Sin abandonar la oferta de servicios provista por Goose & Hopper, Digono, El Gabinete y Vértico, como se llamó la empresa que resultó de la propiedad intelectual y editorial que mantuvieron de Manuvo, lanzaron en 2018 la estrategia de desarrollo de productos de base tecnológica propios que les permitieran una expansión e internacionalización más eficiente. Así nació BoxToLife, una colaboración de Goose & Hopper y Digono, desarrollada en conjunto con el ITESM y con apoyo del Conacyt. El proyecto consiste en una caja que permite la distribución de contenido relevante para los visitantes de un espacio de entretenimiento o cultura, utilizando para ello dispositivos móviles e internet.
Habiendo formado parte de una misión de negocios a Portugal, Carlos y sus socios conocieron la incubadora Startup Lisboa. Aplicaron al programa Launch in Lisbon y fueron aceptados para comenzar en abril de 2019, por lo que Carlos y su familia se mudaron al viejo continente y los socios constituyeron una empresa en esa ciudad.
The Nest, una nueva identidad acorde a la estrategia
Con los cierres de Manuvo y AVA Media y la posterior desintegración Manuvo Europa y Manuvo Colombia (renombrada Mákina Editorial), desaparece en 2020 el concepto del grupo Nuu, forzando a Carlos y sus socios a replantear la manera en que se desarrollarían y cambiando la visión de proveedores de servicio a generadores de productos tecnológicos ahora bajo el paraguas de The Nest. Asimismo, Kernaia, una plataforma editorial que en su momento formó parte de Manuvo y que tenía la intención de rescatar las lenguas originarias de la región, tendría nueva vida de la mano de organizaciones como el Centro Cultural de España. Por su parte, la propia Manuvo parece resurgir de la mano de sus fundadores originales, historia que buscaremos cubrir más delante en este medio.
En paralelo, y buscando nuevos impulsos para BoxToLife, aplicaron a la convocatoria Traction de la incubadora y aceleradora española Lanzadera. El programa inició en septiembre de 2020 y constituyeron una sociedad en la Comunidad Valenciana durante el primer trimestre de 2021. Mientras corría el programa de aceleración, idearon nuevas maneras de responder a la falta de proyectos en espacios públicos debido a la pandemia y lanzaron Hukit, buscando ingresar al mercado de eventos deportivos y ayudando a las marcas y equipos a enganchar con su base de fans. En México, Hukit ha sido utilizado por los equipos de fútbol profesional Chivas, Atlas y Atlético Morelia, mientras que en España se empleó en un juego de Valencia Basket.
Ahora, con un nuevo rumbo marcado, The Nest buscará consolidar los mercados en los que mantiene operación, particularmente en sus oficinas de Europa, pero sin quitar la mira en Latinoamérica, al tiempo que detonará proyectos locales para cada una de sus empresas y productos.