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Periferia Press, autopublicación al alcance de todos

El emprendimiento basado en Toluca permite a los autores imprimir tiradas de poco volumen para no afectar sus flujos

Cuando hablamos de industrias creativas quizás no resulte por sí mismo un concepto que se acomode de manera tradicional dentro de la categoría de emprendimiento, pero cuando le adicionamos los componentes de resolver un problema personal y ayudar a otros a que conviertan lo que más les apasiona en un modo de vida y subsistencia, puede cobrar más sentido.

Se dice que la gran mayoría de los ilustradores de nuestro país, graduados, truncos o en proceso, opta por la licenciatura en diseño gráfico por dos principales razones: 1) Muy pocas instituciones profesionales ofrecen la carrera de ilustración, y 2) Se tiene la idea de que al hacerlo tendrán un panorama de posibilidades laborales y de desarrollo más amplias.

Con esto en mente, el ilustrador -pero diseñador gráfico de carrera- Jonathan Rosas decidió arriesgarse y barajear el abanico de cartas con el que le tocó jugar, buscando lograr que su pasión y la de tantos otros ilustradores, moneros y autores de cómic y novela gráfica, pudiera convertirse respectivamente, en su actividad económica principal.  

“Existen muchas opciones actualmente que nos permiten desaparecer el pretexto de no tener dinero”, dice Jonathan, mientras enlista algunas de ellas. “Está Kickstarter (antes Fondeadora) que es una plataforma de crowdfunding donde publicas tus proyectos y ofreces recompensas a aquellos que te hayan apoyado. Otra sería acercarte al creciente número de editoriales nacionales de cómics o novela gráfica para presentarles tu trabajo y que con algo de suerte publiquen tu obra. Y, por último, también están organizaciones, tanto públicas y privadas, como Pixelatl, el FONCA y Tierra Adentro, que mediante concursos o convocatorias permiten a los creadores lanzar sus proyectos o en otros casos, obtener contacto con profesionales que pudieran darles un empujón. Conozco algunos que gracias a estos han podido cerrar acuerdos con editoriales de mayor tamaño e incluso algunas en el extranjero”.

Convertir la pasión en una forma de vida

Algunos de los títulos publicados a través del sello Periferia Cómics

Mientras Jonathan estudiaba Diseño Gráfico para poder dedicarse al álbum ilustrado, un profesor le recomendó el libro Hacer cómics: secretos narrativos del cómic, el manga y la novela, de Scott McLoud, y con él comprendió que el cómic era un concepto más amplio, con gran riqueza narrativa y que además representaba una forma de arte por si mismo.  En esa época trabajaba diseñando interfaces para sitios web y publicaba en paralelo sus ilustraciones en DeviantArt. Tras notar que existía una suerte de secuencia narrativa entre ellas empezó a probar formatos de webcómic que, con el tiempo, se convirtieron en El curioso mundo de Nathan y Joo, su proyecto personal más conocido.

Con ganas de publicarlo físicamente lanzó una exitosa campaña en Fondeadora (ahora Kickstarter México) y con ello logró incrementar su presencia en diversos eventos de cómic nacionales y ferias de libro mientras vendía copias de su primer tomo, junto con ilustraciones y stickers. En estos eventos conoció las dificultades que artistas y autores como él enfrentan para publicar sus obras, incluyendo los reducidos porcentajes que las editoriales les ofrecen, y mientras corría su segunda campaña en Fondeadora con la intención de publicar el segundo tomo de Nathan y Joo, decidió imprimirlo él mismo, utilizando el dinero recaudado para adquirir el equipo necesario.

Conociendo la calidad, costos y el resultado de la impresión, varios colegas se le acercaron para solicitar sus servicios y fue así como nació Periferia, un sello editorial que, en sus propias palabras, “buscaba ser un paso entre un fanzine y un libro editorial, es decir, que elaborara pocas piezas, pero con la calidad de los libros que encuentras en una librería. En resumen, un libro que tiene ganas de ser profesional”.  El nombre Periferia, provino del libro Cuentos de la periferia de Shaun Tan, ya que, según Jonathan, “el significado de la palabra tuvo mucho sentido, pues la periferia es un punto entre lo céntrico y lo de fuera, no tan definido, y se parecía a la visión de lo que estábamos haciendo, no es un fanzine ni un libro, es un producto intermedio; o como dice nuestro eslogan: La frontera entre fantasía y realidad.”

Los primeros tropiezos en el camino

“Cómo en todo, hay autores que se venden bien y otros que se quedan en stock”, comenta Jonathan, “y el modelo de negocio que traíamos en un inicio no era sostenible, pues nos quedábamos sin solvencia para imprimir los libros de quienes sí vendían”. En ese entonces los costos eran asumidos por Periferia y el acuerdo era que, por ejemplo, si se trataba de un tiraje de 200 copias, la mitad se entregaba al autor para que las vendiera y las otras 100 eran vendidas por Periferia mediante su tienda en Kichink.

Buscando generar más fuentes de ingreso, comenzó a imprimir para autores que no encajaban con la línea editorial o que tenían sus propios sellos y canales de distribución, como el caso de Alejandra Gámez, de The Mountain with Teeth, quien prefiere levantar varios pedidos, pero de pocas unidades.

Aunado a las dificultades que tanto él como otros autores tuvieron mediante la plataforma de ecommerce y que los obligaron a buscar otros medios de distribución y venta, vino la pandemia. “Se cancelaron los eventos de cómics en todo el país y, por ello, los autores dejaron de requerir stock. Debíamos todavía una parte de las impresoras y la laminadora, pero el COVID terminó con nuestro flujo”, comenta Jonathan. “Para salir adelante, regresé a la ilustración, pues las comisiones que algunos seguidores de redes sociales y una que otra revista me hicieron, compensaron los ingresos de Periferia y me permitieron terminar de pagar el crédito”.

Un nuevo modelo de negocio

Los talleres de Periferia cuentan con su propia maquinaria para cumplir con las necesidades de cada cliente

La etapa de encierro, que abarcó 2020 y el principio de 2021, puso a Jonathan a reflexionar sobre los aciertos y errores en Periferia, mismos que lo llevaron a trazar un nuevo modelo de negocio. Periferia Cómics, como hasta el momento se llamaba, modificó su nombre a Periferia Press y abrió su alcance para cobijar algunos libros literarios, fotográficos y de arte, al tiempo que refuerza sus servicios de edición, producción y merch para artistas de cómic e ilustradores.

“Lo que vamos a hacer ahora es que, por ejemplo, si eres autor -existente o nuevo en el catálogo- se subirá a nuestra tienda en línea tu libro, pero no se va a generar stock, sino que una vez que se venda se imprimirá y empaquetará para su envío”, explica Jonathan. “Así, cada autor se encargará de hacer la promoción de su propio libro y de generar contenidos”, puntualiza el emprendedor.

En cuanto a la producción, el mexiquense platica que está conformando un equipo con el que ha logrado delegar procesos que antes hacía personalmente de manera manual, como el refinado o doblado, y que esto le va a permitir con el tiempo retomar sus tareas creativas, sobre todo para Nathan y Joo, que no solo fue la serie más vendida sino también la más rentable. Asimismo, el creativo no descarta buscar capital externo para hacerse de máquinas de impresión digital, crecer su equipo, desarrollar su propia plataforma de venta en línea y realizar estrategias de marketing.

José Manuel Aguirre

Desarrollador de relaciones, proyectos, negocios, estrategias y alianzas. Colaboro con creatividad y experiencia para propiciar que quienes buscan crear valor y generar cambios positivos encuentren apoyo a través de la inspiración, la suma de voluntades, la obtención de recursos y la detonación de oportunidades que mejoren las estadísticas para alcanzar el éxito.

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